Una corte federal de Manhattan escuchó horrorizada el testimonio de Amílcar Alexander Ardón, el ex alcalde de la provincia de El Paraíso, en Honduras, quien participa como testigo en el juicio contra el narcotraficante Tony Hernández.
Un total de 56 muertes y múltiples torturas se atribuyó Amílkar Ardón, considerado por el gobierno de Estados Unidos como un capo de la droga y conocido como “Chande” o “AA”, en el mundo del tráfico de estupefacientes.
Durante el juicio por narcotráfico, que se sigue contra el hermano del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, “Chande” reveló que presenció una reunión entre Joaquín “El Chapo” Guzmán y el ex diputado Tony Hernández. De acuerdo con su testimonio, el capo mexicano entregó al hermano del presidente de Honduras un millón de dólares en efectivo.
Es el cuarto día del juicio y las revelaciones de Amílkar Ardón señalan que el acusado participó en el tráfico de 30 y 40 toneladas de cocaína a Estados Unidos, durante el periodo comprendido entre 2010 y 2018, cuando Tony Hernández fue detenido.
Amílkar “Chande” Ardón se entregó a la justicia estadounidense en la ciudad de Guatemala. Fue en marzo de 2019, cuando “AA” se declaró culpable de ser el líder de una banda de narcotraficantes, de realizar actividades relacionadas con el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, homicidio, lavado de dinero y asociación con otras bandas del crimen organizado, así como de utilizar armas automáticas para la comisión de delitos.
El miércoles 2 de octubre inició en una corte federal de Nueva York el juicio contra el ex diputado hondureño Juan Antonio “Tony” Hernández, quien está preso en Estados Unidos desde hace un año y enfrenta una sentencia mínima de 5 años de cárcel y un máximo de cadena perpetua.
El fiscal Jason Richman anticipó una serie de revelaciones de alto impacto. Los anuncios explosivos incluyeron los millonarios sobornos que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, recibió a cambio de proteger al narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán; numerosos negocios con capos de al menos siete bandas del crimen organizado para traficar toneladas de cocaína hacia la Unión Americana durante una década; y el asesinato violento de al menos dos narcotraficante de alto vuelo, registrados en 2011 y 2013.
Jason Richman ha señalado al actual presidente Juan Orlando Hernández y al ex mandatario hondureño, Porfirio Lobo, como co-conspiradores de “Tony” Hernández; incluso, afirmó que ambos fueron “electos presidentes en base, al menos en parte, de ganancias del tráfico de droga”.
Desde el inicio del juicio, unos 50 hondureños se apostaron frente a la corte federal de Manhattan para exigir la extradición a EU del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.
El abogado de la defensa ha insistido durante los cuatro días de audiencias, que “Tony” Hernández es blanco de acusaciones, porque su hermano, el presidente, autorizó la extradición de narcos a Estados Unidos. Incluso, afirmó que Honduras y Estados Unidos tienen una relación bilateral de aliados, en temas de migración y seguridad. “El presidente de Honduras interactúa con Estados Unidos como cualquier otro presidente de cualquier otro país” y recordó al jurado que apenas el 25 de septiembre, Donald Trump y Juan Orlando Hernández se estrecharon la mano durante un evento celebrado en la ciudad de Nueva York.
Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández han rechazado las acusaciones y hasta el momento, ninguno de ellos ha sido inculpado formalmente por la justicia estadounidense.
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