Los máximos jefes de las fuerzas armadas y de la policía de Perú acudieron al Palacio de Gobierno para darle su respaldo al presidente, Martín Vizcarra, luego de que ordenara disolver el Congreso en busca de renovarlo y de que, en una profunda pugna de poder, parlamentarios rebeldes nombraran en su lugar a la vicepresidenta.
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y los comandantes generales del Ejército, la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y de la Policía Nacional “reafirman en Palacio de Gobierno su pleno respaldo al orden constitucional y al presidente” Vizcarra, informó la Presidencia de la República en su cuenta de Twitter.
Los altos jefes militares posaron con el mandatario sentados en su despacho presidencial, según una fotografía compartida en la misma red social.
Vizcarra “es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional de Perú", agregó posteriormente un comunicado del Comando Conjunto.
Vizcarra anunció este lunes la disolución del Congreso, tras recibir una tercera negativa de confianza del Parlamento, en el punto más álgido del enfrentamiento político que mantuvo el Legislativo con el gobierno, desde la elección del actual Ejecutivo en 2016.
A su vez, la mayoría opositora en el Parlamento rechazó la medida de Vizcarra, a quien acusó de golpista, y propuso su suspensión temporal por incapacidad moral.
A continuación, el titular del Congreso, Pedro Olaechea, tomó el juramento como presidenta en funciones a la segunda vicepresidenta, Mercedes Aráoz, quien afirmó que Vizcarra había incurrido en “grave infracción constitucional”.
El presidente, que ha lanzado una campaña anticorrupción, acusa al Congreso de entorpecer la labor del Gobierno con frecuentes interpelaciones a ministros y de empujar a la renuncia a miembros del gabinete con el voto mayoritario del partido de derecha liderado por Keiko Fujimori, una ex candidata presidencial que está detenida mientras la investigan por supuesto lavado de dinero.
El mandatario peruano aceptó la renuncia de su primer ministro, Salvador del Solar, y nombró en su reemplazo al titular de Justicia y legislador oficialista, Vicente Zeballos.
Asimismo, un decreto supremo anunció que las elecciones parlamentarias se realizarán el 26 de enero del 2020, siguiendo el plazo que establece la Constitución para resolver la disolución de la cámara.
En las afueras del hemiciclo, cientos de personas aún se manifestaban en la madrugada en favor de la disolución de la cámara legislativa. Policías, con cascos y escudos, vigilaban los alrededores del Congreso.
La decisión de Vizcarra de cerrar el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias se produjo luego de que los legisladores designaran a uno de los miembros del Tribunal Constitucional, pese a las advertencias de Vizcarra de que si lo hacían iba a suspender a la cámara de representantes.
“Ante la negación fáctica de la confianza y en respeto irrestricto de la Constitución política del Perú he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República”, dijo Vizcarra.
La última vez que un mandatario cerró el Congreso en Perú fue en 1992, cuando Albero Fujimori, padre de Keiko, alegó obstrucción en temas de seguridad y economía. Sus detractores afirman que fue para tapar investigaciones de corrupción.
Aráoz, antes de jurar como presidenta interina, dijo que acudirá a las Organización de Estados Americanos (OEA) para que ayude a Perú a resolver el “impasse político”.
La decisión del mandatario fue la respuesta a la decisión del Congreso de archivar un proyecto suyo para adelantar las elecciones generales, con lo que buscaba terminar con el choque entre ambos poderes.
(Con información de EFE y Reuters)
MÁS SOBRE ESTE TEMA: