El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue el primer jefe de Estado en hablar en la 74° Asamblea General de la ONU. “Me presento ante ustedes para presentarles un Brasil nuevo, un país que se ha salvado del riesgo del socialismo. Se está reconstruyendo bajo los ideales de su pueblo. Brasil está trabajando para recuperar la confianza del mundo”, comenzó su discurso.
“Mi país estuvo al borde del socialismo, que nos llevó a la corrupción, a una recesión económica grave y a unos índices de violencia elevados", explicó.
“Venezuela, que era un país democrático, ahora padece la crueldad del socialismo. Todo el mundo es pobre, no tienen libertad. Brasil también ha sufrido el impacto de la dictadura venezolana. El Foro de San Pablo sigue activo y hay que combatirlo”, pidió.
Luego se refirió al convenio firmado por el gobierno de Dilma Rousseff con Cuba, que consistió en la llegada de 10.000 médicos isleños al gigante sudamericano: “En 2015, el partido del gobierno y la dictadura cubana trajeron a Brasil 10.000 médicos sin el registro profesional adecuado. Hemos dejado de contribuir a la dictadura cubana. La historia demuestra que ya en los ’60 los agentes cubanos se desplazaron a varios países para intentar generar dictaduras en la región”.
Posteriormente se refirió a su gestión al decir que “el mercado libre y las privatizaciones ya forman parte de Brasil. La economía está respondiendo una vez que se superaron las limitaciones de dos décadas. Ahora tenemos libertad económica y estamos abriendo nuestra economía. Vamos por muy buen camino y seguimos las mejores prácticas en todos los ámbitos”, resaltó.
Los incendios en el Amazonas
La crisis en el Amazonas fue un tema central en el discurso de Bolsonaro en Naciones Unidas. El mandatario respondió las críticas recibidas en las últimas semanas y defendió el accionar de su administración. “Mi gobierno se ha comprometido con la defensa del medio ambiente. Somos uno de los países que más protege el medio ambiente. El tiempo seco y el viento puede dar lugar a incendios forestales”, comentó.
“Sabemos que todos los países tienen problemas. Sin embargo, los ataques sensacionalistas que hemos padecido han instigado nuestro sentimiento patriota. Decir que nuestro bosque es el pulmón del mundo no tiene sentido. Cuestionan incluso nuestro valor más sagrado: nuestra soberanía. Uno de estos países sugirió incluso implementar sanciones contra Brasil sin siquiera escucharnos”, relató.
Luego le agradeció al presidente estadounidense, Donald Trump, por el apoyo brindado; y continuó: “El 14% de nuestro territorio es indígena. Tenemos que entender que ellos son humanos como nosotros pero no vamos a incrementar el territorio indígena”.
“Lamentablemente algunas personas insisten en que nuestros indígenas sigan siendo cavernícolas. Brasil tiene un presidente que se preocupa por la gente que estaba antes de que lleguen los portugueses. Los indígenas viven en algunos de los territorios más ricos del mundo. Los que nos atacan no están preocupados por los indígenas sino por la minería y la biodiversidad que existe en las zonas en las que viven”, disparó.
Después sostuvo: “Seguimos una política de tolerancia cero para la delincuencia y eso incluye a los delitos ambientales. Rechazamos cualquier intento de instrumentalizar la agenda medioambiental para favorecer los intereses económicos extranjeros”.
Por último, volvió a referirse a la política interna brasileña: “Los presidentes socialistas que me precedieron han sido llevados ante la Justicia y castigados por un magistrado que se ha convertido en un icono, Sergio Moro. (...) Fui cobardemente acuchillado por un militante de izquierda”, concluyó, al recordar el ataque que recibió y por el cual debió ser intervenido quirúrgicamente.
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