Las sanciones de Estados Unidos impactan al banco de los militares en Venezuela

Mastercard suspende operaciones con la entidad financiera que presta servicio a las Fuerzas Armadas. El Gobierno intenta crear un sistema alternativo en tiempo récord para asegurar la operatividad de las tarjetas de crédito y débito

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Banco de la Fuerza Armada
Banco de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Banfanb)

La orden ejecutiva firmada por Donald Trump el pasado 5 de agosto, que permite bloquear los activos que tengan en Estados Unidos las empresas que presten asistencia a la administración de Nicolás Maduro, comienza a impactar a la banca pública venezolana, en concreto a la entidad financiera creada para atender al sector militar: el Banco de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Banfanb).

El presidente de la entidad financiera, general de división Darío Baute, emitió un comunicado donde admite que se produjo "la suspensión unilateral de los servicios interbancarios en las tarjetas de crédito Banfanb por parte de la empresa norteamericana Mastercard, materializado a pesar de nuestros esfuerzos hoy miércoles 4 de septiembre".

Tras la orden ejecutiva de Donald Trump el Departamento del Tesoro renovó hasta el 20 de octubre de 2020 una licencia que permite a MasterCard, Visa, American Express, Western Union y MoneyGram operar con las entidades financieras públicas, Banco de Venezuela, Banco Bicentenario y Banco Central de Venezuela hasta el 22 de marzo de 2020. Pero al no incluir en esta lista al Banco de las Fuerzas Armadas, dejó abierta la puerta para que alguna de estas compañías decidiese suspenderle sus servicios.

El Banco de la Fuerzas Armadas es una institución pequeña, que solo controla 1,48% de los depósitos del sistema financiero y 4,7% de los créditos, pero es el banco enfocado en otorgarle préstamos y facilidades a los miembros del ejército, incluyendo a la alta oficialidad.

El comunicado del Banco de las Fuerzas Armadas agrega que "estas medidas de carácter injerencista y arbitrarias están fuera de todo contexto jurídico y constituyen una violación flagrante a los derechos humanos de todos nuestros clientes, dado que comprometen severamente el acceso a sus recursos financieros bloqueando un medio de pago cuyo impacto se verá reflejado en las operaciones comerciales y servicios básicos domiciliados".

La red local

Para disminuir el impacto el Banco de las Fuerzas Armadas recurrirá al Consorcio Credicard, una empresa privada venezolana que le brindaría la posibilidad de que sus tarjetas de crédito sean procesadas en los puntos de venta.

El general Darío Baute a través de su cuenta de twitter @DarioBaute afirmó que "esta contingencia producto del ataque de Mastercard al sistema financiero venezolano durará breves momentos y será solventada, al menos en un 60% con la reconexión de las tarjetas de crédito al Consorcio Credicard".

Los accionistas de Credicard son dos bancos privados, Banco Occidental de Descuento y Banco del Caribe y la principal entidad financiera pública: el Banco de Venezuela, que posee 33% de las acciones.

En el sistema financiero genera preocupación la posibilidad de que los accionistas de Credicard puedan ser sancionados por Estados Unidos por prestarle servicios al Banco de las Fuerzas Armadas, pero abogados consultados por distintos bancos sobre este tema afirman que se trata de una posibilidad remota.

Mastercard también decidió suspender sus servicios al Banco Agrícola de Venezuela, una entidad financiera pública que solo posee 0,30% de los créditos del sistema y principalmente otorga financiamiento para proyectos agrícolas.

La independencia

Ante la posibilidad de que la licencia que permite a MasterCard, Visa, American Express, Western Union y MoneyGram operar con las principales entidades financieras del Estado no sea renovada después de marzo de 2020, desde mayo el Gobierno presiona a los bancos privados para que creen un sistema alternativo.

El superintendente de bancos, Antonio Morales, afirmó que "debemos lograr en un corto plazo los objetivos planteados desde el pasado mes de mayo, en aras de lograr la independencia de nuestro sistema de pagos, y de esta manera garantizar su operatividad a pesar de los ataques externos".

Banqueros consultados explican que sería posible crear un sistema local que procese las transacciones de tarjetas de débito y crédito, las interrogantes son cuánto costará implementarlo y si el estado de las telecomunicaciones en el país permitiría que opere adecuadamente.

"Es poco común que la plataforma de MasterCard o Visa tengan fallas, en cambio por el mal estado de las telecomunicaciones a diario vemos fallas en las plataformas locales; este es un tema a considerar, no es posible un sistema alternativo eficiente sin un soporte adecuado de las telecomunicaciones", dice un ejecutivo bancario.

Además, el Gobierno presiona para que los bancos aumenten el uso de los Servicios Pago Móvil Interbancario Persona a Persona (P2P) y Persona a Comercio (P2C).

En los departamentos de tecnología de la banca señalan que estas son herramientas perfectamente válidas para facilitar los pagos y que incluso abaratan costos porque no requieren la emisión de tarjetas de débito o de crédito, pero la duda sigue estando en las telecomunicaciones.

"El sistema de mensajería SMS son mensajes de texto. ¿Qué ocurre si a los mensajes de texto que se envían actualmente se añaden millones provenientes del reporte de transacciones por pagos en comercios? ¿Existe infraestructura para multiplicar la cantidad de clientes que utilizan el Pago Móvil a través de sus teléfonos? Evidentemente la situación actual de las empresas de telecomunicaciones es una limitación importante", dice ejecutivo bancario.

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