El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó este viernes que los actuales incendios forestales en la Amazonía, que están dentro del promedio de los últimos años, no pueden ser usados como pretexto por otros países para imponerle sanciones comerciales a Brasil.
"Los incendios forestales existen en todo el mundo y no pueden ser pretexto para sanciones internacionales", aseguró el jefe de Estado en un pronunciamiento en red nacional de radio y televisión en el que se refirió a la tragedia que ha provocado una fuerte reacción en todo el mundo.
Bolsonaro decidió pronunciarse sobre el asunto luego de que los Gobiernos de Francia e Irlanda amenazaran con no aprobar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur si Brasil no cumple sus compromisos de defensa del medio ambiente.
Igualmente Finlandia, que preside actualmente la Unión Europea, propuso la posibilidad de imponer restricciones a las importaciones de carne de Brasil, el mayor abastecedor mundial, como forma de presionar al país a preservar la Amazonía.
Bolsonaro dijo que Brasil es un ejemplo de desarrollo sustentable y que posee una legislación ambiental que es ejemplar para el mundo, mientras que algunos países desarrollados, que no citó, no han conseguido cumplir los compromisos que asumieron en el Acuerdo de París sobre cambios climáticos.
"Seguimos abiertos al diálogo pero con base en el respeto y conscientes de nuestra soberanía (sobre la Amazonía)", agregó al indicar que está dispuesto a conversar con otros países sobre el papel brasileño en la región amazónica.
"Otros países nos ofrecieron colaboración (para combatir los incendios) y algunos a llevar la posición brasileña al G7", agregó al hacer referencia a la propuesta de Macron de incluir el asunto de los incendios en la Amazonía, que considera un "problema internacional", en la agenda de discusiones de la Cumbre que tendrá el G7 este final de semana en Biarritz.
El gobernante brasileño, cuyo discurso fue boicoteado con cacerolazos en diferentes ciudades del país, exigió "serenidad" sobre el asunto y criticó a quienes comparten en las redes sociales falsas informaciones sobre los incendios en Brasil.
Bolsonaro aseguró que el país está cumpliendo con su deber de cuidar de la Amazonía y explicó que los incendios en la región son recurrentes en los meses de sequía en el norte del país.
"La protección de la selva es nuestro deber. Estamos conscientes de eso y actuando para combatir la deforestación ilegal cualquier otra amenaza que coloque la Amazonía en riesgo", dijo.
"Estamos en una estación de sequía y de vientos fuertes en que todos los años se registran incendios. En los años más lluviosos son menos frecuentes pero en los más secos, como el actual, son mayores", agregó.
Aseguró que los incendios de este año están dentro del promedio de los últimos 15 años.
Según datos divulgados esta semana por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), la región amazónica ha registrado más de la mitad de los 71.497 incendios forestales detectados en Brasil entre enero y agosto de este año, una cifra un 83 % superior al del mismo período de 2018.
Pese a que los incendios de este año son los mayores para el período en los últimos siete años, están lejos de los registrados en 2004, en el Gobierno del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuando hasta agosto ya habían superado los 100.000.
"Pese a que no están fuera del promedio de los últimos 15 años, no estamos satisfechos y vamos a actuar fuertemente para controlar los incendios", dijo.
Bolsonaro recordó que este mismo viernes firmó un decreto que permite el envío de miembros y equipos de las Fuerzas Armadas a los estados amazónicos que los soliciten para ayudar a frenar la deforestación y combatir los incendios. "Somos un Gobierno de tolerancia 0 con la criminalidad y no es diferente en el área ambiental", dijo.
El gobernante, un capitán de la reserva del Ejército y de posiciones nacionalistas, recordó que la Amazonía, con sus incalculables riquezas naturales y minerales, son parte esencial de la historia y del territorio de Brasil.
Pero alegó que el mundo tiene que entender que en la Amazonía viven cerca de 20 millones brasileños a los que también hay que ofrecerles oportunidades para que se desarrollen.
"Para proteger la Amazonía no basta con fiscalizar hay que darle oportunidades a esas personas para que se desarrollen como el resto de habitantes del país", dijo al defender sus propuestas para autorizar la minería artesanal y la agricultura en la región.
Con información de EFE
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