El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, señaló que tiene la intención de designar a Hezbollah como grupo terrorista, sumándose así a otras naciones sudamericanas.
En comentarios ofrecidos a los medios en Brasilia, Bolsonaro comparó a Hezbollah con el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil, al que ha calificado reiteradamente de organización terrorista. Pese a su decisión, la medida requiere modificar la ley antiterrorista del país y posiblemente el apoyo del Congreso.
La iniciativa sería parte de los esfuerzos de Bolsonaro para alinear su gobierno con el del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El riesgo es que hacerlo puede afectar las relaciones con Irán, un aliado de Hezbollah que importa USD 2.500 millones en productos brasileños al año. El debilitamiento de la economía interna aumenta la presión para abstenerse de cualquier decisión que perjudique a las exportaciones.
Funcionarios brasileños analizan opciones para avanzar con la designación, que se discute en los niveles más altos del gobierno pero no cuenta con apoyo transversal, según tres personas con conocimiento directo del asunto.
Hezbollah -el partido de Dios en árabe- es al mismo tiempo un grupo armado, un partido político y una organización social. Participa en el gabinete libanés y tiene un considerable poder geopolítico. Es considerado un grupo terrorista por muchos países, incluidos EEUU y Arabia Saudita.
El mes pasado, Argentina se convirtió en la primera nación latinoamericana en catalogar a Hezbollah como una organización terrorista. El lunes, Paraguay anunció lo propio.
Por Flavia Said y Samy Adghirni (Bloomberg)