Las comunidades indígenas de la etnia Miskitu, del Caribe de Nicaragua, corren el riesgo de ser exterminadas y se encuentran en una grave situación de abandono y vulnerabilidad debido a la constante invasión de sus territorios. Así lo alerta el informe "Resistencia miskitu: una lucha por el territorio y la vida", elaborado por la organización Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) y presentado este martes en Costa Rica, con la presencia de defensores de la tierra y exiliados nicaragüenses.
"Buscamos visibilizar la problemática y su gravedad para que el Estado de Nicaragua dé una salida lo más pronto posible. Es inminente que den una respuesta porque, de lo contrario, la cultura indígena miskitu está en un riesgo irreversible de ser extinguida", manifestó la subdirectora de Cejil, Marcela Martino.
La presidenta del Centro por la Justicia y los Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan), Lottie Cunningham, dijo que en la actualidad hay "una crisis humanitaria por el incremento de la ocupación por parte de los colonos (personas no indígenas) en territorios indígenas".
"Ha habido una invasión masiva de colonos que ha venido desplazando a las comunidades indígenas de sus territorios y esto vulnera no solo los derechos territoriales, sino también el derecho a la alimentación y a la salud", aseveró.
Cunningham señaló que "niños han muerto por hambre", pues los pueblos indígenas han perdido tierras para la agricultura de subsistencia y que muchas familias no pueden hacer dos tiempos de comida al día.
Constantino Rommel, indígena miskitu de la comunidad Francia Sirpi, declaró que la invasión de tierras ya no abarca solo bosque, sino que en la actualidad ha llegado hasta las parcelas agrícolas de las comunidades indígenas. Rommel denunció que los colonos están armados y constantemente amenazan a los indígenas para despojarlos de sus tierras.
"Nuestra resistencia es ancestral y se mantendrá, porque un miskitu sin tierra no es miskitu. De la tierra venimos y a la tierra vamos. Este es un valor sagrado de nuestra vida y cultura", aseguró.
El informe presentado este martes documenta unos 20 asesinatos de indígenas desde 2015, situaciones de violencia, invasión de tierras y violación sexual a mujeres. Además, el estudio exige al Gobierno de Nicaragua que cumpla con medidas de protección ordenadas durante los últimos años tanto por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En el 2016 la Corte Interamericana ordenó medidas provisionales respecto de las comunidades miskitu y recordó al Estado nicaragüense que el saneamiento es parte de las medidas necesarias para garantizar la integridad de los territorios de los pueblos indígenas.
Sin embargo, según el informe de Cejil, el Estado ha incumplido con ese saneamiento. El documento indica que debe adoptar las medidas necesarias para garantizar el retorno de las familias indígenas desplazadas y que asegure servicios de salud, educación, agua potable, alimentación y vivienda.
Además, el estudio solicita al Estado que investigue, juzgue y sancione a los responsables de cometer las violaciones a los derechos humanos que las comunidades indígenas miskitas han venido denunciando los últimos años. En el contexto de crisis sociopolítica que enfrenta Nicaragua desde abril de 2018, "la marginalidad de las comunidades se ha agravado y se han potenciado las agresiones en contra de sus miembros, impactando de manera seria y diferenciada a las comunidades indígenas que desde hace años reclaman justicia".
Con información de EFE
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