La reciente decisión de Estados Unidos de bloquear los activos del régimen chavista ha revivido en Nicaragua un fantasma enterrado durante 30 años: la escasez que se vivió en los años 80.
El temor no es gratuito. El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos EEUU, John Bolton, hizo una amenaza explícita durante su intervención esta semana en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela que se desarrolló en Lima, Perú. Al referirse a la decisión del gobierno de Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro dijo: "Funcionó en Panamá, funcionó en Nicaragua una vez, y va a funcionar allí otra vez, y va a funcionar en Venezuela y Cuba".
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), José Adán Aguerri, calificó las palabras de Bolton como "mensajes políticos que hay que saber leer" y una advertencia para Nicaragua. "Ya la experiencia te demostró que un bloqueo como ese te lleva a la ruina y no podemos permitir que Nicaragua vuelva a vivir todo el proceso que tuvimos en los años ochenta", dijo Aguerri.
El 1° de mayo de 1985, el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, anunció un paquete de sanciones económicas contra la Nicaragua que administraban los revolucionarios sandinistas. El decreto de embargo prohibía la importación y exportación de productos, y golpeaba el tráfico aéreo y marítimo entre ambos países. El "bloqueo", como se le llamó en Nicaragua, tuvo efectos devastadores en la economía y fue suspendido en 1990, poco después que Violeta Barrios de Chamorro derrotara a Daniel Ortega en elecciones presidenciales.
Xiomara Tinoco, 56 años, recuerda con tristeza y rabia esa época de escasez. Ella vivía en Matagalpa, una ciudad a 130 kilómetros de Managua, con su esposo, su mamá y dos hijos. Un comité progobierno, llamado Comité de Defensa Sandinistas (CDS), se encargaba de distribuir tarjetas donde se asignaba la cantidad de productos básicos que cada familia podía comprar en un "comisariato". "A nosotros nos permitían cinco libras de azúcar, cinco de arroz, cinco de frijoles, dos tacos de jabón y un litro de aceite al mes", dice Tinoco.
Cuenta que cuando nació su hija Arelly, en 1987, fue necesario sacar una partida de nacimiento en la alcaldía de su municipio para que a su familia se le ampliara la ración a dos tarros de leche y un biberón cada seis meses. Tinoco recuerda esa época como de "muchas filas". Se hacían largas filas para todo. "A mí me tocaba ir a buscar el gas butano y me iba desde las nueve de la noche para agarrar cupo y estaba saliendo con mi chimbo (tanque) como a las nueve de la mañana. ¡Doce horas haciendo fila!".
Los productos que se conseguían con la tarjeta, sin embargo, estaban lejos de solucionar las necesidades en un hogar como el de Xiomara Tinoco. "Las dos pelotas de jabón apenas duraban unos días y aprendimos a lavar la ropa con unas semillas que llaman Lágrimas de San Pedro, el arroz se hacía cocido, sin aceite, y el azúcar que nos daba en era negra. No, no era como esta azúcar morena que vemos ahora y que es muy buena, era una azúcar negra que venía de Cuba, sucia, como para animales", relata.
"Gracias a Dios ganó doña Violeta y se terminó ese infierno", dice.
El anuncio del bloqueo a Venezuela revivió las imágenes de escasez. El diario La Prensa, publicó un trabajo que muestra fotografías de la época. Ciudadanos haciendo largas filas, estantes vacíos en los supermercados y la alegría de conseguir algún producto, se ven en las fotografías en blanco y negro del diario.
El circuito de medios de comunicación que maneja el régimen Ortega se ha limitado a condenar el bloqueo contra el régimen de Maduro y el boletín oficialista Informe Pastrán critica agriamente los que llama "la vieja campaña de revivir los fantasmas del pasado". "A raíz de las nuevas presiones y bloqueo económico de Estados Unidos contra Venezuela, algunos medios de comunicación y sectores de oposición han comenzado con la vieja campaña de revivir los fantasmas del pasado de los años 80, sugiriendo que nos volverán a bloquear como lo hizo Ronald Reagan en 1985 en pleno financiamiento de la guerra de agresión contra Nicaragua", dijo este miércoles.
Sin embargo, el tema se instaló en las redes sociales desde el mismo anuncio del gobierno de Estados Unidos, el lunes 5 de agosto. "Esa época fue una pesadilla trágica para los nicaragüenses. Sin exageración, creo que ha sido la peor época que ha vivido Nicaragua. Había que hacer fila hasta para comprar una libra de sopa rusa. ¿Recuerdan esa sopa rusa que venía preelaborada en pequeños cuadritos? Pues era lo único que podías encontrar a veces para comer algo", comentó el usuario Javier Dolmus, en Facebook.
"Para vender la cosecha de maíz y frijoles teníamos que pedir permiso a Micoin (Ministerio de Comercio). Y los comandantes y allegados tenían sus diplotiendas. Y a nosotros, el pueblo sufrido nicaragüense, nos ofrecieron palo, patada y plomo", dijo en la misma red el usuario Adán Blandón.
Las diplotiendas que alude Blandón eran las tiendas para la elite sandinista, donde se podían comprar en dólares productos importados y de calidad superior que entraban triangulados por el gobierno, generalmente desde Panamá.
En un editorial, el diario La Prensa expresó que "las mismas razones que ha tenido EEUU para justificar el bloqueo económico total a la dictadura de Venezuela, las podría tener para sancionar más drásticamente a la dictadura de Nicaragua. Ortega se ha puesto en la mira de más sanciones al desafiar a la comunidad democrática internacional cancelando el diálogo con la Alianza Cívica y cerrando de esa manera la posibilidad de encontrar una solución negociada de la crisis sociopolítica y económica que sufre el país".
Nicaragua resultará afectada de rebote por las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela, aunque en débiles proporciones pues el comercio entre ambos países ha caído abruptamente en los últimos años. El año pasado las transacciones entre ambos países alcanzaron los 27 millones de dólares y este año apenas registra 200 mil dólares.
El gran temor es un bloqueo como el de Venezuela, o peor, un bloqueo total. "Todos los nicaragüenses vamos a ser perjudicados, sin ningún distingo, si no hay una salida real a la crisis que estamos enfrentando", señaló José Adán Aguerri, el presidente del COSEP. Estados Unidos es el principal socio comercial de Nicaragua, y según datos del Banco Central, en contraste con los números del comercio a Venezuela, en el primer cuatrimestre de 2019, Nicaragua exportó 406,6 millones de dólares a Estados Unidos.