Las principales monedas en América Latina caían este lunes en sintonía con la mayoría de las divisas emergentes y las bolsas en todo el mundo, luego de que China devaluara el yuan a su nivel más bajo en más de una década en el medio de una escalada en la guerra comercial que mantiene con China.
El peso mexicano caía un 1,38% hasta cotizarse en 19,57 unidades por dólar, mientras que el real brasileño retrocedía un 1,34% y se ubicaba en 3,94 unidades por dólar.
En el caso de los pesos chileno y argentino, la caída era de 1,18% (721,5 por dólar) y 1,77% (45,38 por dólar) respectivamente.
Menos afectado, el peso uruguayo experimentaba una baja del 0,76% y se ubicaba en 34,59 por dólar.
También las bolsas de estos países sufrían el peso de la escalada entre Beijing y Washington, que ha aumentado la incertidumbre con respecto al futuro de la economía global.
El índice IPSA de Chile lideraba con una baja del 2,42%, seguido por el Bovespa brasileño (-2,06%), el IPC mexicano (-1,35%) y el Merval argentino (-0,81%).
Las bajas en América Latina había sido precedidas por las experimentada en las bolsas asiáticas y europeas, y luego también en Wall Street, donde el Dow Jones caía un 2,18% y el Nasdaq un 2,86%.
El mundo reaccionaba así a la decisión del Banco Popular de China de abandonar este lunes el valor de referencia para el yuan anclado en las 6,9 unidades por dólar, que se mantenía desde diciembre. De esta manera la moneda llegó a cotizarse en 7,044 unidades por dólar, su nivel más bajo desde 2008.
La medida llegó a su vez como respuesta al anuncio del jueves del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de establecer aranceles de 10% a bienes chinos por 300.000 millones de dólares, el cual puso fin a la tregua que persistía entre las dos principales economías del mundo.
El aumento de las tensiones comerciales provocó una corrida de los inversores a los clásicos activos percibidos como seguros, entre estos el yen japonés que tenía una suba del 0,46% frente al dólar con picos de 0,7%, su mejor desempeño desde enero. Lo mismo ocurrió con el franco suizo, con una suba del 0,67%.
En tanto los rendimientos de los bonos a diez años del Tesoro de los Estados Unidos caían un 1,77% y los del gobierno federal alemán por el mismo período lo hacían un 0,53%, señal de que su cotización va en alza ante la mayor demanda.
Finalmente el precio del oro saltó un 1,29% hasta alcanzar su nivel más alto en seis años (1,464 dólares la onza).
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