La Policía de Brasil detuvo a cuatro personas por el hackeo a los celulares del ministro Sergio Moro y del fiscal Deltan Dallagnol

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Agentes de la Policía Federal
Agentes de la Policía Federal de Brasil

La Policía Federal de Brasil arrestó este martes a cuatro personas bajo la sospecha de que hackearon teléfonos de diversas autoridades, incluyendo al Ministro de Justicia, Sergio Moro, y al Fiscal General de Curitba, Deltan Dallagnol, jefe del grupo de trabajo de la operación Lava Jato.

El diario Folha de Sao Paulo reveló la información pero explicó que la Policía aún no ha dado a conocer los detalles de la investigación.

Con este operativo se han cumplido 11 órdenes judiciales, incluidas siete órdenes de registro e incautación y cuatro órdenes de prisión temporal en las ciudades de São Paulo, Araraquara y Ribeirão Preto.

El delito por el que se emprendió este operativo se llama Spoofing y, según la Policía, "es un tipo de falsificación tecnológica que busca engañar a una red o a una persona haciéndole creer que la fuente de información es fiable cuando, en realidad, no lo es".

El diario Folha descubrió que la Policía Federal había llegado a los sospechosos a través de la policía criminal federal forense, que pudo rastrear las señales de la invasión a los teléfonos.

Sergio Moro (AFP)
Sergio Moro (AFP)

La publicación el viernes de nuevas conversaciones del ex juez brasileño Sergio Moro, que de ser auténticas cuestionarían su imparcialidad en la operación anticorrupción Lava Jato, aumentaron la presión sobre el ahora ministro de Justicia y Seguridad Pública del presidente Jair Bolsonaro.

Las filtraciones fueron divulgadas por la revista Veja, una de los más conocidas de Brasil, en cooperación con el portal The Intercept Brasil, que el mes pasado empezó a publicar los mensajes entre los fiscales de Lava Jato y Moro, obtenidos según informó de una fuente anónima.

"Lo que se desprende [de los documentos examinados], aparte de una intimidad excesiva ente la magistratura y la acusación, es una evidente asociación en la defensa de una causa", dice Veja, que recuerda haber sido una ardiente defensora del Lava Jato, operación que envió a decenas de políticos y empresarios a la cárcel, entre ellos el ex presidente Lula da Silva.

Moro cuestionó en un comunicado la autenticidad de los mensajes y alegó que los fallos emitidos en ciertos casos no concuerdan con los pedidos de la Fiscalía, lo cual demostraría que no hubo colusión alguna de poderes.

También los fiscales de Curitiba (sur), donde operaba Moro, defendieron su actuación a lo largo de las investigaciones, explicando que "es común que los jueces reclamen agilidad" en el tratamiento de casos de detenidos. Además, indicaron que dos personas denunciadas por el Ministerio Público fueron finalmente absueltas por Moro.

En uno de los casos citados por Veja, Moro le avisa el 2 de febrero de 2016 al jefe de los fiscales, Deltan Dallagnol, que abrirá un plazo de tres días para que se pronuncie sobre un pedido de la constructora Odebrecht para evitar que los investigadores brasileños reciban datos solicitados a Suiza.

Al día siguiente, le pregunta cuándo la Fiscalía emitirá su pronunciamiento sobre el asunto y Dallagnol le responde: "Lo estoy redactando, pero quiero que esté bien hecho, en previsión de los recursos que seguirán. Imagino que mañana, al final de la tarde".

Deltan Dallagnol (AFP)
Deltan Dallagnol (AFP)

La primera entrega de las revelaciones de The Intercept Brasil mostraban presuntas consultas para perjudicar la candidatura de Lula, y luego de su delfín Fernando Haddad, en las elecciones de octubre de 2018, en las que resultó victorioso Bolsonaro.

Lula purga desde abril de 2018 una pena de 8 años y 10 meses de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. Su condena en primera instancia, ratificada por dos tribunales superiores, fue pronunciada por Moro.

Veja indica que analizó "649. 551 mensajes", asegura que "las comunicaciones examinadas por el equipo [de reporteros] son verdaderas" y que llegó a la conclusión de que "Moro cometió, sí, irregularidades".

"Se comportó como jefe del Ministerio Público Federal, una posición incompatible con la neutralidad exigida de un magistrado", indica la revista.

Después de la publicación, #Morosuacasacaiu (#Morotucasacayó) se convirtió en la primera tendencia de Twitter en Brasil. De inmediato, los seguidores del actual ministro respondieron elevando el hashtag #Morosomostodos.

Con información de AFP

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