La Oficina de Seguridad Institucional de la Presidencia de Brasil dejó expuesto al jefe de Estado Jair Bolsonaro a una nueva falla de seguridad porque uno de los invitados grabó clandestinamente una reunión con ministros y empresarios.
De acuerdo a lo que consigna Veja, en los audios hay frases embarazosas de los ministros de Bolsonaro pero no del presidente, pero no se ha revelado públicamente el contenido de las mismas.
Fallas similares en la seguridad presidencial ocurrieron dos veces bajo el gobierno de Michel Temer. La primera fue cuando el entonces presidente fue grabado por Marcelo Calero, en el episodio que resultó en el despido de Geddel Vieira Lima; y la segunda, en la famosa charla de Temer con Joesley Batista, responsable del grupo JBS.
Estas filtraciones suceden apenas semanas después de que salieran a la luz unas conversaciones del ex juez Sergio Moro con fiscales del Lava Jato.
El actual ministro de Justicia, que debió comparecer en el Congreso por esta situación, denunció que sufrió un ataque hacker a su teléfono celular y afirmó que no utiliza Telegram -la aplicación desde donde se extrajeron los mensajes- desde 2017.
"Mi opinión, aunque los hechos están siendo investigados, es que existe un grupo criminal detrás de estos ataques. Después de todo, hay una gran cantidad de personas que sufrieron invasiones o intentos de invasiones, lo que apunta a la posibilidad de que no sea un hacker aislado", resaltó Moro ante los legisladores.
El ex juez se defendió al decir que "son normales las relaciones" entre magistrados y partes, sobre todo, según él, en el derecho penal, ya que el juez es responsable de juzgar actos de investigación hasta la condena o la absolución.
Moro se tomó una licencia de cinco días para tratar "asuntos particulares", en un momento en el que se ha puesto en duda su imparcialidad.
De acuerdo con la asesoría del ministro, se tomará una licencia entre el 15 y el 19 de julio y durante ese periodo será sustituido de forma interina por el secretario ejecutivo Luiz Pontel al frente de la cartera.
La decisión fue publicada este lunes en el Diario Oficial de la Unión y en ella el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, autoriza a Moro a alejarse de su cargo para "tratar asuntos personales".
La legislación brasileña estipula un periodo mínimo de un año de trabajo antes de que los trabajadores puedan solicitar vacaciones y, por ese motivo, Moro pidió una licencia no remunerada.
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