Al menos diez reclusos fueron asesinados este domingo en un enfrentamiento entre miembros de grupos rivales en la cárcel paraguaya de San Pedro de Ycuamandyyu, en el departamento de San Pedro, informaron a la agencia EFE fuentes del Ministerio del Interior.
Seis de los diez reclusos fueron decapitados, tres incinerados y otro asesinado con un arma blanca, de acuerdo a los últimos datos recabados por esa cartera.
Medios locales señalan que los altercados dejaron varios heridos que fueron trasladados al hospital de San Pedro, centro que fue desalojado para evitar complicaciones y más daños, ya que no se descarta que las bandas quieran rescatar a sus integrantes.
La lucha entre reclusos del Primer Comando Capital (PCC) y el clan Rotela, vinculado al narcotráfico, ocurrida este domingo fue controlada algunas horas después por la Policía Nacional.
También comenzaron las investigaciones del Ministerio Público para esclarecer las causas del enfrentamiento y no se descarta su vinculación con otro hecho similar ocurrido el viernes en la cárcel de Tacumbú, en Asunción, en el que murieron dos jóvenes tras varias peleas con armas blancas.
En el último año, se han recrudecido los enfrentamientos entre presos vinculados a grupos criminales como el PCC o al también brasileño Comando Vermelho.
La presencia de estos criminales en los penales paraguayos impulsó hace unos meses al Gobierno local a agilizar las expulsiones y los procesos de extradición a los países en los que son requeridos por la Justicia.
Ambos grupos operan en Paraguay, especialmente en las zonas fronterizas con Brasil, como la ciudad de Pedro Juan Caballero, donde controlan el tráfico de drogas.
Las autoridades incrementaron su política de expulsiones a partir de noviembre de 2018 después de que el narcotraficante brasileño Marcelo Pinheiro, alias 'Piloto', del Comando Vermelho, asesinara a una mujer que le visitó en su celda con el fin de evitar su extradición a Brasil.
También expulsó a Brasil a cabecillas del PCC, como Thiago Ximenez, alias "Matrix", detenido en marzo pasado tras fugarse de un cuartel de Asunción, o a otros tres miembros de la misma banda que habían escapado el año pasado.
Las autoridades paraguayas calculan que unos 400 integrantes de grupos criminales brasileños cumplen condena en Paraguay.
Ante esta situación y al auge de los motines en los penales, el Gobierno dispuso la movilización de unidades de las Fuerzas Armadas para reforzar el perímetro de las prisiones del país.
Con información de EFE