Jair Bolsonaro cuestionó al Tribunal Supremo por avanzar en la criminalización de la homofobia en Brasil

El presidente brasileño, con un largo historial de dichos contra la homosexualidad, criticó que el órgano judicial pueda equiparar el término con un delito equivalente al racismo. "El Estado es laico, pero yo soy cristiano", afirmó

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Jair Bolsonaro (REUTERS/Adriano Machado/archivo)
Jair Bolsonaro (REUTERS/Adriano Machado/archivo)

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, comentó este viernes en tono crítico el avance de un juicio en el Supremo que apunta a tipificar la homofobia como un delito similar al racismo y dijo que el tribunal "al parecer, está legislando".

El gobernante asistió a un congreso de iglesias evangelistas, que se oponen abiertamente a la mayoría de seis votos sobre once que ya se ha formado en la Corte Suprema, en un juicio en el que se analiza una demanda que exige criminalizar la homofobia.

La Corte Suprema "está discutiendo si la homofobia puede ser tipificada como racismo. Disculpe esto Corte Suprema, que yo respeto y jamás atacaría a otro poder, pero, al parecer, están legislando", declaró Bolsonaro, quien acumula un largo historial de declaraciones que han sido consideradas racistas, machistas y homofóbicas.

"El Estado es laico, pero yo soy cristiano", afirmó el líder de la ultraderecha, quien también planteó si no ha "llegado la hora de tener un magistrado evangélico" entre los once miembros de la Corte Suprema.

"No venga la prensa a decir que quiero mezclar a la Justicia con la religión. Todos tenemos religión o no tenemos. Y respetamos, pero uno debe respetar también a los otros", apuntó entre los aplausos de obispos evangelistas reunidos en la ciudad de Goiania, a unos 200 kilómetros al sur de Brasilia.

Manifestación del Orgullo Gay en
Manifestación del Orgullo Gay en Río de  Janeiro, Brasil (Reuters)

El proceso al que hizo alusión Bolsonaro comenzó a fines del año pasado en la Corte Suprema, cuyo pleno ya ha alcanzado la mayoría de seis votos necesaria para aprobar la equiparación de los delitos de homofobia al racismo, que en Brasil las leyes castigan con rigor.

No obstante, a pesar de que seis magistrados ya se pronunciaron en ese sentido, la mayoría alcanzada aún podría ser alterada, pues por las normas del tribunal cualquiera de sus once miembros puede alterar su voto antes de la proclamación del resultado.

Aunque aún no ha sido confirmado oficialmente, el presidente del tribunal, José Antonio Dias Toffoli, tiene la intención de celebrar una nueva audiencia sobre el asunto el 5 de junio próximo, para que se pronuncien los cinco jueces que aún no lo han hecho.

La mayoría de esos cinco magistrados parece inclinados a seguir la tendencia que ya se impone, que además de igualar la homofobia al racismo pretende declarar que el Parlamento ha sido "omiso" al no haber legislado hasta ahora sobre la discriminación que sufren los homosexuales.

Marcha del Orgullo Gay en
Marcha del Orgullo Gay en Brasil (Getty Images)

Según el juez Luiz Fux, cuyo voto consolidó la mayoría de seis necesarios, si el Supremo finalmente se pronuncia en ese sentido, el Parlamento, dominado hoy por fuerzas conservadoras alienadas con el presidente Bolsonaro, "podrá luego crear una legislación sobre la homofobia", pero "no recrear" sobre lo que decida la Corte.

Durante el proceso, varios magistrados han citado estudios de organismos de derechos humanos, según los cuales Brasil es uno de los países en que más personas son asesinadas por su condición sexual.

Uno de esos informes, elaborado por el Grupo Gay de Bahía, una activa organización de la sociedad civil, fue divulgado hace quince días y sostiene, sobre la base de datos oficiales, que una persona es asesinada cada día en Brasil, víctima de la intolerancia contra los colectivos homosexuales.

Con información de EFE

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