Una nueva depreciación del peso argentino o la lira turca pondría en riesgo no solo a sus pares de mercados emergentes, sino también a muchos países del mundo desarrollado, según Goldman Sachs.
Con los activos de riesgo bajo presión, la apreciación del dólar, el debilitamiento del yuan y marcos políticos aún inciertos en ambos países, "un riesgo de cola es que un fuerte debilitamiento del peso argentino, la lira turca o ambos pueda contribuir a una baja de monedas fuera de Estados Unidos", escribió el jueves Ian Tomb, analista londinense del banco, en un informe.
Si bien los efectos secundarios parecen menores que en 2018, lo que atenuaría el impacto, una venta masiva de cualquiera de las monedas sigue siendo un riesgo, especialmente para los mercados emergentes de alto rendimiento, planteó. El peso y la lira se han estabilizado recientemente, pero siguen siendo las monedas de peor desempeño entre los mercados emergentes este año al debilitarse más de 10%.
Tomb agregó que para la mayoría de las monedas la sensibilidad al peso es más alta que en el caso de la lira y su estudio muestra que la moneda argentina parece incidir más en el desempeño de las unidades de alto rendimiento de mercados emergentes que la lira. Las únicas dos monedas con beta negativo frente a ambas, es decir, que subirían en caso de que la lira y el peso se debiliten, son el yen japonés y el índice dólar.
El peso colombiano, el rand sudafricano, el peso chileno y el rublo ruso son vistos como las monedas más expuestas a un debilitamiento de ambas, mientras que el real brasileño y el peso mexicano están más expuestos al peso argentino.
Fuente: Bloomberg