La "guerra digital" de Evo Morales con asesoría china

El presidente boliviano pasó en tres años de despreciar a las redes sociales a una obsesión por la difusión de su mensaje en ellas

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Evo Morales decía que las redes sociales eran la “alcantarilla de la basura” hasta su derrota en el referendum de 2016. Desde entonces, se convirtió en uno de los principales presidentes tuiteros de la región. (Freddy Sarco/ABI)
Evo Morales decía que las redes sociales eran la “alcantarilla de la basura” hasta su derrota en el referendum de 2016. Desde entonces, se convirtió en uno de los principales presidentes tuiteros de la región. (Freddy Sarco/ABI)

En tres años y algunos meses, el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha pasado de comparar las redes sociales con "alcantarillas donde va la basura" a convertirse prácticamente en el mayor "influencer" del país, por la cifra de seguidores que tiene en sus distintas cuentas. Como otros mandatarios que realizan sus anuncios y reflexiones sobre todo por Twitter, el candidato por el MAS en las elecciones generales de octubre de este año emite cada día entre 10 o más mensajes, algunos de ellos incluso en el idioma inglés.

Fue su primera gran derrota electoral, ocurrida en el referéndum constitucional del 21 de febrero de 2016, que lo inhabilita para postularse a una nueva reelección, la que lo empujó inicialmente a atacar a las redes sociales, a proponer insistentemente que el Estado las regule y, finalmente, a involucrarse activamente con ellas y alentar a sus colaboradores a hacer campaña por internet.

Es así que entre 2016 y 2018 el presidente boliviano creó sus cuentas en Twitter, en Facebook e Instagram, pero también pidió oficialmente ayuda al gobierno chino y dispuso el entrenamiento de cientos de militantes del MAS, especialmente jóvenes, para que se conviertan en los que llama "guerreros digitales" que lo deben defender de sus adversarios en una especie de "guerra digital".

Hablé con el presidente de China. Le dije ‘A ver, ustedes que tienen tecnología, ¿nos pueden orientar con el tema de la guerra digital?’ La guerra digital, una guerra mediática, es una obligación

Morales ya es el personaje más seguido en las redes sociales en Bolivia y está en el grupo de presidentes con mayor actividad en ellas. Hasta este martes último alcanzado los 542.000 seguidores en Twitter, donde se creó una cuenta en abril de 2016, dos meses después de su caída electoral del 21-F. Respecto a otros líderes de Gobiernos, incursionó después que ellos en la comunicación digital y tiene menos seguidores, pero no menor actividad.

Entre los sudamericanos, Mauricio Macri encabeza la lista de los más seguidos. El argentino abrió su cuenta de Twitter en marzo de 2009, tiene 4.819.416 seguidores, sigue a 644 y postea como promedio dos o tres mensajes por día. Debajo de él se encuentra Jair Bolsonaro, presente en Twitter desde marzo de 2010. El brasileño es seguido por 4.286.373, sigue a 347 personas y postea entre tres y cinco mensajes por día. Nicolás Maduro creó su cuenta en marzo de 2009, lo siguen 3.361.202 y sigue a 110. Después de Morales, que postea unos diez o más mensajes por día como promedio, es uno de los más activos de los mandatarios sudamericanos, con alrededor de nueve post por jornada. Sin embargo, el campeón de los presidentes en Twitter es el estadounidense Donald Trump, que se creó una cuenta en marzo de 2009. Sigue a 46, lo siguen 60.416.566 de personas y emite como promedio entre 15 y 20 mensajes por día.

En el caso boliviano, no hay ningún político que supere la cuenta de Morales en Twitter, que además se creó una en Facebook el 23 de enero del año pasado, donde cuenta con 528.000 seguidores. También está en Instagram, con 38.500. El segundo político más importante en las redes sociales es el expresidente y actual candidato, Carlos D. Mesa, con 444.074 seguidores en Twitter y cinco años más antiguo que el presidente boliviano en esa red. De los otros candidatos que disputan el poder, Oscar Ortiz es el tercero con más seguidores, alrededor de 30.000, con su cuenta que data de enero de 2011, y con un promedio de tres tuits por día.

En el Congreso gana la oposición

Ante la cercanía de las elecciones y en la lógica de la llamada "guerra digital", la pasada semana el presidente Morales pidió a los más de 200 congresistas de su partido, entre titulares y suplentes, abrir cuentas en las redes sociales.

Aunque la batalla de la presencia en redes muestra que los diputados del MAS, que son mayoría, vencen en número de cuentas, son los opositores los que ganan en la cifra total de seguidores, según un estudio especial de la empresa de monitoreo de redes Eufonía encargado para Infobae.

De 128 parlamentarios bolivianos, 90 tienen cuentas en las redes sociales, es decir un 70 por ciento. El informe cuantitativo resalta que la mayoría corresponde al oficialista MAS, que tiene 54 diputados con presencia en las redes, en tanto que la bancada opositora de UD tiene a 29 congresistas con cuentas y a la del PDC con solo 7. Aunque el oficialismo vence en el número de cuentas abiertas en las diversas redes, la batalla por el número de seguidores la gana en términos generales los diputados opositores, particularmente el diputado de Santa Cruz, Tomás Monasterio.

Apuntan a los nuevos electores

Para el analista uruguayo Julián Kanarek, experto en comunicación política en campañas electorales, hay una nueva utilización de las redes sociales y una adaptación del mensaje político a este tipo de plataformas. "Empezamos a ver más activos a los presidentes y candidatos en ellas porque entienden que son el lugar natural donde está el público destinatario de sus mensajes, generalmente en los momentos electorales. En América Latina, el 60 por ciento de los electores es menor de 30 años y se comunica por ahí. La política se tiene que acercar de la manera más natural posible al espacio de interacción con los jóvenes, que son los nuevos electores. El smartphone es un elemento de alta penetración, dejó de ser un lujo. Hay que pensar más en el receptor. Si embargo, se sigue replicando en las redes el viejo paradigma de la emisión de mensajes más que interacción con los ciudadanos", opinó.

Para Kanarek, las redes son el lugar donde se implantan los relatos que luego se expanden al resto de los medios en los que se desarrolla la política. "El relato político plasmado en las redes sociales puede influir en todo el ecosistema mediático que rodea a una gestión o a una campaña. Entender esto es crucial para entablar diálogo con los nuevos electores, que son los menores de 30 años", explicó a Infobae.

Evo Morales, en dos etapas

El desempeño del presidente boliviano Evo Morales ha tenido dos etapas, según el experto en marketing digital, Mariano Cabrera. "En el momento inicial, de 2016, solo Twitter fue su herramienta principal. Desde enero de 2018, que es su etapa más activa, sumó a Facebook para llegar a un mayor público desde otra perspectiva. Sin embargo, tomando en cuenta los años de su presidencia y los de su presencia en redes sociales, la gestión digital está en una etapa muy inicial, no tanto en cantidad de seguidores, sino en términos de la actividad. Formar una comunidad, entenderla, saber manejarla e influenciarla, en tiempos digitales, no es sencillo".

Respecto a los políticos bolivianos, dijo que la realidad es que muchos tienen una presencia mínima e indispensable. "Básicamente están y listo. Hay casos como el de Carlos D. Mesa que tienen una gran comunidad por detrás, pero muchos no han llegado a ese nivel. El secreto está primero en generar comunidad para poder influenciar", comentó a Infobae.

Evo Morales y el presidente chino Xi Jinping. El gobierno chino ha sido el principal asesor en la “guerra digital” que el boliviano dice estar librando (EFE)
Evo Morales y el presidente chino Xi Jinping. El gobierno chino ha sido el principal asesor en la “guerra digital” que el boliviano dice estar librando (EFE)

A propósito del giro de Evo Morales respecto a las redes, el propio Vicepresidente Alvaro García Linera ha reconocido que hay una nueva realidad en el electorado boliviano, sobre todos de los más jóvenes, que obliga al Gobierno a un cambio de su estrategia de mantención en el poder. "Un 30 por ciento de los bolivianos ha roto su vínculo sindical y corporativo. Es la nueva clase media emergente que se ha desindicalizado, se ha desagregado. Este sector ha encontrado en las redes sociales una nueva comunidad, una especie de sindicalismo virtual", opinó en algunos foros y en medios bolivianos.

La atención de los gobernantes bolivianos en las redes cobró impulso cuando el presidente Morales atribuyó al día siguiente del 21-F de 2016 su primera gran derrota electoral nacional a las redes sociales. "Tal vez en el futuro será importante debatir este asunto de las redes sociales. En algunos países con mala información tumban gobiernos, perjudican a su país", opinó.

Después que se consideró varias veces regular las redes sociales, el 20 de diciembre de 2018 Evo Morales declaró: "Hablé con el presidente de China. Le dije 'A ver, ustedes que tienen tecnología, ¿nos pueden orientar con el tema de la guerra digital?'…Estamos mejorando y hay que seguir mejorando. Guerra digital, una guerra mediática es una obligación", remarcó en un mitín con sus seguidores. El Gobierno ha organizado una serie de cursos de formación en redes sociales para sus militantes en distintas ciudades y regiones, entre ellas la cocalera de Chapare. A los entrenados los llaman "guerreros digitales".

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