Brasil crecerá 1,5% este año. Así les garantizó Paulo Guedes, ministro de Economía, a los parlamentarios de la Comisión Mixta de Presupuestos. Diputados y senadores lo habían convocado ante algunas previsiones menos optimistas que hablaban de un aumento del producto bruto interno de no más de 0,5%. El dato cobra importancia para la Argentina, porque podría implicar un aumento de las exportaciones hacia territorio brasileño.
Con todo, el funcionario fue muy moderado en las estimaciones ya que a principios de año habían anticipado una suba de 2,5%, y ahora las proyecciones oficiales se adecuaron a un punto menos. El ministro insistió ante los legisladores que la clave para una recuperación más rápida de la producción debe ocurrir solo si el Congreso acelera la aprobación de la reforma previsional.
Según Guedes, precisará contraer un crédito en el mercado financiero por 60.000 millones de dólares para el pago de jubilaciones y planes sociales (el llamado "bolsa familia"). Para obtener esos recursos, el ministro tendrá que contar con la aprobación del Parlamento, ya que la búsqueda de créditos en los mercados solo puede realizarse con fines de inversión y no para cubrir los gastos corrientes.
Esta mañana, antes de la exposición de Guedes en el Congreso, se conoció el informe de la reunión del Comité de Política Monetaria, donde actúan algunos ministerios y el Banco Central. Allí se menciona que "las incertidumbres de naturaleza geopolítica podrán impactar en forma negativa en el crecimiento económico brasileño". Se refería a la disputa comercial entablada entre Estados Unidas y China, que volvió a agudizarse los últimos días.
El Banco Central brasileño indicó, con todo, que Brasil tiene una capacidad intacta para "absorber los problemas del escenario internacional". Señalaron, en ese sentido, las abultadas reservas de divisas internacionales, que están alojadas en las arcas de la institución y que son del orden de los 370.000 millones de dólares. Esto es lo que permite al país mantener un índice muy bajo de inflación, según aseguró la entidad.
El director de asuntos internacionales del Banco Central brasileño indicó que habrá una recuperación de la economía con relación al primer trimestre del año. Tiago Berriel admitía así la realidad de los primeros tres meses de gobierno del presidente Jair Bolsonaro. "Estamos en la orilla de un abismo fiscal. Vamos a precisar de créditos adicionales para pagar gastos sociales", indicó. Fue en una reunión en Londres con financistas. Con todo, Berriel señaló la fortaleza institucional brasileña en el área económica "con metas de inflación (cumplibles), cambio flexible y supervisión bancaria intensiva".