El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, denunció este martes que sus opositores gastan unos tres millones de dólares al mes en "trolls", en un momento de fuertes críticas por su decisión de terminar con el asilo otorgado en su embajada a Julian Assange.
"Se calcula 3 millones de dólares mensuales el dinero que gastan en trolls para que comuniquen sus ideas", dijo Moreno en una conferencia en Washington en la que denunció como "mentiras" las acusaciones hechas por el ex presidente Rafael Correa de que había una relación entre la terminación del asilo para Assange y la filtración de unos documentos que comprometen al actual mandatario.
Moreno, antiguo vicepresidente de Correa, dijo: "Es la típica trama que armaba, que acostumbraba a armar el presidente".
Correa, quien había dado el asilo a Assange, dijo la semana pasada a la AFP que la decisión de Moreno de terminar la protección estuvo motivada por una "venganza personal".
"Hace pocos días, WikiLeaks publicó algo que ya era de conocimiento público, pero no a nivel mundial, que es el caso de corrupción 'Ina Papers' en el que está envuelta la familia presidencial", señaló Correa desde Bélgica.
Assange, fundador de Wikileaks, fue detenido el jueves en la embajada de Ecuador en Londres, donde había encontrado asilo hace siete años para escapar a una orden de detención británica por acusaciones de agresión sexual en Suecia, que él siempre ha negado.
Assange teme ser extraditado a Estados Unidos, que lo acusa de haber conspirado con Chelsea Manning, una ex analista de inteligencia del Ejército estadounidense, para ayudarla a descifrar una contraseña almacenada en las computadoras del Departamento de Defensa.
La ex analista le transmitió a Wikileaks más de 250.000 cables diplomáticos y cerca de medio millón de documentos clasificados sobre las acciones militares estadounidenses en Irak y Afganistán. Estas revelaciones expusieron delitos encubiertos y posibles crímenes por parte de tropas y aliados.
Tras el anuncio de que Moreno revocaba el asilo, el relator especial de la ONU sobre la tortura, Nils Melzer, estimó que no se respetó el "derecho procesal" de Assange durante su expulsión el jueves de la embajada.
Tras la detención de Assange, la organización Reporteros Sin Fronteras pidió que se "priorice los principios de libertad de expresión" y advirtió que "poner en la diana a Assange" sería una medida "puramente punitiva y sentaría un precedente peligroso para periodistas".
"Creo que lo que ocurrió con la detención arbitraria durante años de Julian Assange por la exposición de crímenes de guerra de todo tipo de gobiernos es totalmente ilegal", dijo a la AFP Marin Morrison, abogada que esperaba a Moreno con una pancarta con el rostro de Assange amordazado con la bandera estadounidense y la consigna "no maten al mensajero".
Un activista que lanzó una pancarta cerca de la comitiva fue detenido por los servicios secretos.
(Con información de AFP)
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