En una medida que aumenta la presión sobre La Habana, el gobierno de Donald Trump activará un apartado de la ley Helms-Burton —que profundizó las sanciones económicas contra Cuba en 1996— que todos sus antecesores en la Casa Blanca limitaron: permitirá que, por primera vez desde que el Congreso aprobó la medida, los tribunales estadounidenses acepten demandas contra todas las compañías extranjeras que hagan negocios con Cuba en los que se involucren propiedades confiscadas a estadounidenses nacidos en la isla.
Según dijo un funcionario de alto rango en Washington a AFP, la medida será anunciada durante la visita a Miami que realizará el asesor de seguridad nacional John Bolton, el miércoles 17, cuando se cumplen 58 años del fallido intento de invasión a Cuba en 1961.
Bolton hablará en la reunión que realiza la Asociación de Veteranos de Bahía Cochinos. La fuente de Washington DC agregó que el asesor va a anunciar "importantes pasos tomados por el gobierno para afrontar las amenazas para la seguridad relacionadas con Cuba, Venezuela y la crisis democrática en Nicaragua".
El Título III de la ley Helms-Burton permite iniciar acciones judiciales en Estados Unidos contra las empresas que generen dinero con operaciones en las que intervengan activos que hayan sido expropiados tras la revolución de 1959. Sin embargo, desde la aprobación de la norma hace 23 años todos los presidentes han postergado a aplicación de esa cláusula para evitar conflictos con terceros países. Muchos aliados de los Estados Unidos, como la Unión Europea, que es el principal socio comercial de Cuba en este momento, podrían verse afectados.
De este modo, Trump no sólo revierte —una vez más— el acercamiento entre Washington DC y La Habana, promovido por Barack Obama, sino que cambia por primera vez en dos décadas un aspecto sensible de la política hacia la isla. La idea es que, ante la posibilidad de juicios en los Estados Unidos, las compañías canadienses y europeas dejen de operar e invertir en Cuba.
La fuente de la Casa Blanca, que solicitó anonimato, dijo que la medida se tomaría como represalia por el apoyo de Cuba a Nicolás Maduro. Los Estados Unidos reconocen a Juan Guaidó, líder de la oposición y de la Asamblea Nacional, como presidente de Venezuela.
También Bolton había dicho, el viernes 12, al anticipar su viaje a Miami, que se referiría a los pasos que el gobierno de Trump daría para confrontar "las amenazas de la troika de la tiranía", expresión con la cual aludió a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Numerosos exiliados de los tres países viven en el sur de la Florida.
AP advirtió que se trata de una acción principalmente "simbólica", ya que se limitaría a "unos 200 comercios y agencias gubernamentales de Cuba que ya están sometidos a las sanciones estadounidenses por sus vínculos con los militares y los organismos de inteligencia de Cuba".
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