Jair Bolsonaro ratificó el mismo día de su asunción lo que ya había anticipado de todas las formas posibles durante la campaña electoral: es un presidente distinto a todos los anteriores, decidido a romper protocolos y convenciones.
Ya tenía la banda presidencial puesta y se disponía a dar su primer discurso cuando su esposa Michelle de Paula Firmo Reinaldo pidió la palabra. Aunque, en vez de hablar, se pronunció en lenguaje de señas.
"De forma muy especial me gustaría dirigirme a la comunidad sorda, a las personas con deficiencias y a todos aquellos que se sienten olvidados: serán valorizados y sus derechos serán respetados", dijo la primera dama. Un mensaje a favor de la diversidad, que pareció un intento de contrarrestar las críticas a su marido por los comentarios ofensivos contra distintas minorías que lo acompañaron durante toda su carrera política.
Bolsonaro cumplirá este jueves 100 días en el Palacio del Planalto. Un repaso por las principales medidas que tomó, los discursos más importantes, los encuentros, las peleas y los escándalos que protagonizó, permite empezar a conocer cómo gobierna el presidente de la mayor potencia de América Latina.
"Los niños de azul y las niñas de rosa"
Bolsonaro ganó las elecciones en gran medida gracias al apoyo de las comunidades evangélicas, que son cada vez más importantes en el país. Su lema, "Brasil por encima de todo y Dios por encima de todo", es bastante ilustrativo de lo que piensa acerca de la relación entre fe y política.
Damares Alves, ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, es una de las figuras que ubicó en su gobierno para impulsar una agenda afín a este sector. La pastora evangélica quedó en el centro de una polémica apenas dos días después de haber asumido, por la difusión de un video en el que anunciaba la llegada de una nueva era a Brasil, en la que "los niños visten de azul y las niñas visten de rosa".
La declaración va en línea con su rechazo absoluto a la "ideología de género", uno de los ejes sociales de la campaña de Bolsonaro. Más allá de las palabras, el decreto 730/19 excluyó del organigrama estatal a las dependencias encargadas de llevar adelante políticas orientadas a la comunidad LGBT, que dejó de figurar como sujeto de protección de los derechos humanos.
Por otro lado, cuando aún no había cumplido un mes en funciones, indígenas de la etnia Kamayurá la acusaron de apropiarse irregularmente de una niña de su aldea en el Mato Grosso hace 20 años. La ministra desmintió parcialmente la denuncia. Aseguró que conoció a la menor en Brasilia y que, si bien no hubo un proceso formal de adopción, la acogió en su casa con anuencia de la familia y la crió como a una hija.
"El Gobierno tiene tres componentes con un fuerte sesgo reaccionario. El entorno más próximo al presidente, encabezado por los hijos; el grupo anti intelectual, constituido por los seguidores de Olavo de Carvalho; y el grupo pentecostal, cuya representante es la ministra Alves. Ellos niegan el alma de la política, que es establecer consensos, y aprovechan el resentimiento por la crisis económica para ser ideólogos de un statu quo basado en la nostalgia de un pasado no vivido. En un medio término no muy claro están el grupo neoliberal, ligado al ministro de Economía Paulo Guedes, y el grupo militar, liderado por el vicepresidente Hamilton Mourão. Estos dos son más pragmáticos", sostuvo Eduardo Heleno, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos de la Universidad Federal Fluminense, en diálogo con Infobae.
"El pueblo decidió comprar armas"
Era una de sus principales promesas de campaña y la cumplió 15 días después de la investidura, con la firma del decreto 9.685, que flexibilizó la tenencia. La medida modificó el Estatuto de Desarme aprobado en 2003, que estableció ciertos límites al acceso. Entre otras modificaciones, amplió de cinco a diez años la validez del permiso de posesión.
"El pueblo decidió soberanamente en el referéndum de 2005. Para garantizarles ese legítimo derecho a la defensa, yo, como presidente, voy a usar esta arma", dijo Bolsonaro mientras mostraba el bolígrafo con el que firmó la resolución. Se refería a la consulta popular en la que el 63% de los brasileños votó a favor del comercio de armamento en el país.
Convaleciente
Bolsonaro pasó casi el 20% de sus primeros 100 días como presidente internado. El domingo 27 de enero regresó al Hospital Albert Einstein de San Pablo en el que había sido intervenido de urgencia el 6 de septiembre de 2018, tras recibir una puñalada en una recorrida de campaña en la ciudad de Juiz de Fora.
Se sometió a una operación en la que le retiraron la bolsa de colostomía que tenía desde el ataque. El procedimiento fue exitoso, pero en las horas siguientes padeció fiebre y vómitos, por lo que los médicos le colocaron una sonda nasogástrica. Finalmente, fue diagnosticado con neumonía.
El mandatario recibió el alta el martes 12 de febrero, mucho después de lo previsto. En total fueron 17 días de una accidentada estadía en el hospital.
El primer despido
Gustavo Bebianno era una figura clave para Bolsonaro. Había sido presidente del Partido Social Liberal (PSL) por el cual se presentó a las elecciones y, tras el triunfo, lo nombró secretario general de la Presidencia. Una investigación de Folha de Sao Paulo reveló que, bajo su dirección, el PSL presentó en distintos estados del país "candidaturas fantasma" para recaudar fondos electorales.
En un caso, desvió unos 100.000 dólares destinados a una supuesta postulante a diputada federal en Pernambuco que sólo obtuvo 274 votos. Bebianno negó irregularidades, pero, ante la acumulación de evidencias, Bolsonaro resolvió su salida del gabinete el 18 de febrero. En su lugar asumió el general Floriano Peixoto, sumando un nuevo militar a los cinco que ya había en la primera línea del gobierno.
Una diferencia clara con las administraciones anteriores es la preocupación por nombrar a personas con un reconocido perfil técnico en algunos ministerios importantes
"Una diferencia clara con las administraciones anteriores es la preocupación por nombrar a personas con un reconocido perfil técnico en algunos ministerios importantes. Especialmente, en Economía (Guedes), Justicia y Seguridad Pública (Sérgio Moro) e Infraestructura (Tarcisio Freitas). A lo largo de los primeros 100 días de gobierno, son estos ministerios los que han conseguido los mejores resultados. Pero, como contrapartida, eligió personajes ideológicos de derecha para otros ministerios. El de Educación pasó por la mayor crisis de gestión, con más de 14 despidos de funcionarios del alto rango. En el de Relaciones Exteriores hay un conflicto entre el canciller Ernesto Araújo, embajadores y diplomáticos", dijo a Infobae Augusto W. M. Teixeira Júnior, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de Paraíba
La gran reforma
El 20 de febrero se presentó ante el Congreso la reforma previsional, piedra fundamental del programa económico del superministro Guedes. Establece una edad jubilatoria mínima de 62 años para las mujeres y de 65 para los hombres —actualmente no hay un mínimo—, y exige 40 años de contribución para acceder a una pensión completa —ahora son 35—.
También fija aportes progresivos, que van desde 7,5% del salario para las personas de bajos ingresos, hasta 16,79% para quienes perciben más de 10.500 dólares al mes. El proyecto oficial estipula un ahorro de casi 300.000 millones de dólares en la próxima década, algo fundamental en un país que cerró el año pasado con un déficit fiscal superior a 7% del PIB.
Bolsonaro demuestra serias dificultades para construir y liderar su coalición. En parte es por su discurso antipolítico, pero más aún debido a su inhabilidad política
La iniciativa entusiasma mucho a los mercados, que imaginan un futuro auspicioso para la economía en caso de que se sancione, pero el trámite legislativo se fue ensombreciendo con el correr de las semanas. Como la reforma requiere una enmienda constitucional, necesita reunir el apoyo de 3/5 de ambas cámaras del Congreso. Hay muchos legisladores que se oponen y el Gobierno está teniendo muchos problemas para encarar la negociación.
"Bolsonaro demuestra serias dificultades para construir y liderar su coalición. En parte es por su discurso antipolítico, pero más aún debido a su inhabilidad política. A pesar de haber sido diputado por casi 30 años, nunca presidió una comisión ni lideró ningún proyecto dentro del Congreso. Junto a su falta de capacidad, tiene muy poco interés en conversar con los legisladores para articular con ellos. El PSL tiene la segunda mayor bancada en Diputados, pero es un partido de alquiler, con poca unidad entre sus miembros. Además, el Presidente nombró en el gabinete a muchos militares y a pocos miembros de los partidos, lo que dificulta el montaje de una base sólida", explicó Rodrigo Mayer, profesor de ciencia política de la Universidad Federal de Santa Catarina, consultado por Infobae.
Rodrigo Maia, máxima autoridad de la Cámara de Diputados, fustigó los graves problemas de coordinación que están teniendo el Planalto y el PSL, que no logran encauzar el debate parlamentario. Estos inconvenientes despiertan dudas sobre las perspectivas de éxito de la reforma previsional, y del gobierno en general.
"Las dificultades pueden resumirse en la ausencia de un plan a seguir. Como la oposición a algo, sea ilusorio o real, no es suficiente para definir un programa ni para generar unión en torno a un objetivo, el Gobierno se ha convertido en una disputa interminable entre los diversos grupos que lo conforman. Lo ilustró la serie de nombramientos y dimisiones en el Ministerio de Educación", dijo a Infobae João Botelho, profesor asociado del Área de Ciencia Política en la Universidad Federal de Goiás.
El fantasma de Marielle
Marielle Franco, concejala de Río de Janeiro por el Partido Socialismo y Libertad, había obtenido visibilidad denunciando los abusos cometidos por la Policía y por grupos paramilitares que actúan en las favelas. El 14 de marzo de 2018, el auto al que acababa de subirse tras participar de un evento político en el centro de la ciudad fue acribillado por sicarios. Ella y Anderson Gomes, el conductor, murieron en el acto.
El 12 de marzo pasado, casi un año después del asesinato, fueron arrestados dos policías. El sargento Ronnie Lessa está acusado de ser el autor de los disparos, y el agente Helcio Vieira de Queiroz está sospechado de manejar el vehículo desde el que se realizó el ataque.
El Presidente nombró en el gabinete a muchos militares y a pocos miembros de los partidos, lo que dificulta el montaje de una base sólida
El caso atormenta a Bolsonaro, porque en los últimos meses emergieron diversos vínculos entre los imputados y su familia. Lessa, por ejemplo, vive en el mismo edificio de Barra da Tijuca en el que vivía el capitán del Ejército antes de ser presidente, y su hija había sido pareja del menor de los Bolsonaro, Jair Renán.
Hay indicios de que los homicidas formaban parte de la Oficina del Crimen, una de las principales milicias paramilitares de Río. Otros dos policías acusados de liderar la organización habían sido detenidos en enero. El mayor Ronald Paulo Alves Pereira, uno de los apresados, había sido homenajeado en 2004 por Flavio Bolsonaro, senador e hijo del mandatario.
Quien permanece prófugo es el capitán Adriano Magalhaes da Nóbrega, considerado otro de los jefes de la Oficina. O Globo denunció meses atrás que su madre y su esposa trabajaron en el despacho Flavio.
"Los hijos del presidente ocupan un papel central en el gobierno, sea en el Congreso Nacional o en la comunicación política. En relación al Parlamento, hay un desgaste causado por denuncias de corrupción contra Flavio. En la comunicación, su hijo Carlos ha causado enfrentamientos con aliados debido a sus posturas", dijo Mayer.
De la euforia a la cautela
El Bovespa, índice bursátil de referencia en Brasil, alcanzó un récord histórico el pasado 18 de marzo, al superar por primera vez los 100.000 puntos. El alza comenzó el mismo día de la asunción de Bolsonaro, por la elección del ortodoxo Guedes y por las promesas de reformas estructurales para favorecer las inversiones y revitalizar la economía.
No obstante, las complicaciones en el tratamiento legislativo de la reforma previsional y algunos datos desalentadores sobre la marcha de la economía enfriaron el optimismo inicial. Al comienzo del gobierno, las consultoras privadas proyectaban para 2019 un crecimiento de 3% del PIB, que sería el máximo en más de cinco años. Pero luego de que se conociera que la desocupación trepó a 12,4%, las previsiones se redujeron a un magro 1,9 por ciento.
Entre el 18 y el 23 de marzo el Bovespa cayó más de 8%, casi al nivel en el que estaba una semana después del cambio de mando. En los últimos días se recuperó y terminó superando los 97.000 puntos, bastante por encima del comienzo, pero aún lejos del pico.
"Muchas cosas en común"
Donald Trump recibió a Bolsonaro en la Casa Blanca el 19 de marzo. Fue la concreción de un giro muy marcado en la política exterior de Brasilia, que decidió convertirse en aliado estratégico de Washington en la región, tras años de distancia.
"Tenemos muchas cosas en común con el señor Trump y es para mí un motivo de orgullo y satisfacción. Él quiere unos Estados Unidos grandes, y yo también quiero un Brasil grande. A partir de este momento, Brasil estará más que nunca en contacto con los Estados Unidos", dijo Bolsonaro en su discurso.
Aunque Bolsonaro afirmó que su política exterior sería ‘sin sesgo ideológico’, tiene una clara orientación a la derecha y es más radical que la política doméstica
Su par estadounidense le devolvió la gentileza. "Es un gran honor tenerlo aquí. Ha hecho un trabajo excelente y compitió en una campaña electoral increíble. Algunos dicen que les recordaba un poco a la nuestra, algo que me honra", dijo. Además, le prometió impulsar el ingreso de Brasil a la OCDE y la firma de convenios de cooperación militar con la OTAN.
"Aunque Bolsonaro afirmó que su política exterior sería 'sin sesgo ideológico', tiene una clara orientación a la derecha y es más radical que la política doméstica —dijo Teixeira Júnior—. Algunos de los cambios que implementó son el abandono de la posición de neutralidad en el plano internacional, con un alineamiento claro a los Estados Unidos y a Israel; el alejamiento del universalismo en las relaciones exteriores, en favor de alineamientos bilaterales, ideológicamente orientados; y la disminución de la importancia de la relevante relación entre Brasilia y Buenos Aires, lo que ha creado problemas para importantes sectores de la economía nacional, especialmente el agronegocio".
Bolsonaro visitó el Muro de los Lamentos el 1 de abril, acompañado por el primer ministro Benjamin Netanyahu. Fue la primera vez que un mandatario israelí acudió con un jefe de Estado extranjero, lo que revela la intensidad de la alianza que están construyendo ambos líderes.
El capitán de reserva había prometido seguir los pasos de Trump y trasladar la embajada brasileña de Tel Aviv a Jerusalén, lo que enfurece a los países árabes, con los que Brasil tiene fluidas relaciones comerciales. En la visita oficial anunció la apertura de una sede diplomática en la ciudad sagrada, pero dejó para más adelante la mudanza de la embajada.
Reinterpretando el pasado
La defensa tajante de la última dictadura militar (1964 — 1985) es uno de los aspectos más controversiales del discurso de Bolsonaro desde sus comienzos en política. Su gobierno ya empezó a tomar medidas para modificar la interpretación oficial de ese proceso histórico.
"Habrá cambios progresivos en los libros didácticos en la medida en que se rescate una versión más amplia de la historia", contó esta semana Ricardo Vélez, ministro de Educación, tras la conmemoración de un nuevo aniversario del golpe. La revisión incluye un curioso giro en la calificación de los hechos: en vez de una dictadura, sostiene que fue un "régimen democrático de fuerza", un concepto que deja perplejos a los cientistas políticos.
"Bolsonaro llamó a militares para cubrir posiciones que antes eran ocupadas por técnicos o políticos —dijo Heleno—. Puede que lo haya hecho por la imagen que tienen en Brasil o por corporativismo, dado que incluso habiendo salido de las Fuerzas Armadas hace unos 30 años, él aún se declara militar. Hasta el momento, estos cuadros han actuado de forma discreta, y las declaraciones del vicepresidente Mourão han sido interpretadas como moderadas. Sin embargo, desde 1990 no había un componente militar tan fuerte en el gobierno".
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