Los líderes de la Cámara Baja de Brasil acordaron votar sobre un proyecto de ley que socava el control presupuestario del gobierno, lo que representa un golpe para el presidente Jair Bolsonaro en un momento en que intenta superar las recientes crisis y reunir apoyo para su propia agenda legislativa.
La PEC (Propuesta de Enmienda a la Constitución) restringe la capacidad de congelar el gasto y de mover libremente los fondos públicos. Fue votada por amplia mayoría y ahora deberá ser tratada por el Senado.
La decisión surge en medio de dudas sobre el futuro de una enmienda constitucional separada que reducirá el gasto en pensiones, que es el proyecto de ley prioritario del gobierno.
Las restricciones presupuestarias serían una reprimenda para Bolsonaro y exacerban la turbulencia política que ha envuelto a su administración. Desde que asumió el poder hace casi tres meses, el apoyo popular a Bolsonaro se ha desplomado, ha peleado con ayudantes y ha perdido apoyo de un patrocinador clave del proyecto pensional. Los inversionistas han advertido que si no se controla el gasto, los activos locales se derrumbarían y acercarían al país a la insolvencia.
"La enmienda constitucional sobre el presupuesto tiene el apoyo de todas las partes", había dicho el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, a los periodistas el martes.
Actualmente, cuando el Congreso aprueba el presupuesto anual, el poder ejecutivo conserva un grado de flexibilidad sobre cómo se gastan los fondos. Con el proyecto de ley aprobado en la Cámara Baja, Bolsonaro tendría que buscar la autorización del Congreso cada vez que su administración modifique los planes presupuestarios.
(Con información de Bloomberg)
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