El ex ministro brasileño Antonio Palocci acusó este lunes al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, de quien fue uno de sus hombres de confianza, de haber recibido coimas a cambio de la aprobación del contrato con Francia para la construcción de cinco submarinos en el país.
La acusación fue hecha en el interrogatorio al que Palocci fue sometido este lunes por un juez de Brasilia que investiga a Lula en otro caso de corrupción.
Palocci dijo ante el juez que Lula recibió comisiones ilegales por los contratos que Brasil firmó con Francia tanto para cooperar en la construcción de cinco submarinos, incluyendo uno de propulsión nuclear, como para adquirir helicópteros para el Ejército.
Agregó que las coimas fueron tratadas en una reunión que Lula tuvo en la visita que el entonces presidente francés, Nicolás Sarkozy, hizo a Brasil el 7 de septiembre de 2009.
"Sé que (en la reunión) se trató de ilícitos y que hubo pago de coimas en la compra de submarinos y de helicópteros. No tengo indicios de que militares o el entonces ministro de Defensa estuvieran involucrados en los negocios ilegales, pero sí del presidente Lula", aseguró.
Palocci, que fue ministro de Hacienda de Lula y ministro de la Presidencia de su sucesora, Dilma Rousseff, fue condenado a 12 años de prisión en uno de los procesos relacionados con el Lava Jato, la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil y que este domingo completó cinco años.
El ex ministro y ex dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) cumple la condena en su casa tras haber llegado a un acuerdo con la Fiscalía por el que se comprometió a delatar a sus cómplices en las corruptelas, entre los que citó especialmente a Lula.
El ex presidente, por su parte, está preso desde abril del año pasado en una celda de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, en donde cumple una condena a 12 años por corrupción y lavado de dinero también relacionada al Lava Jato. En enero pasado le fue impuesta otra condena de 12 años por los mismos delitos.
Palocci volvió a lanzar acusaciones contra Lula como testigo en el proceso en que el ex presidente es investigado por tráfico de influencias por la compra de doce cazas de fabricación sueca para la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).
La adquisición de los aviones militares fue firmada en el Gobierno de Rousseff pese a que las negociaciones fueron realizadas en la gestión de Lula y a que inicialmente el favorito para adjudicarse el millonario contrato también era una empresa francesa defendida por Sarkozy.
El ex ministro afirmó que en la reunión de Lula con Sarkozy para tratar sobre la compra de aviones fueron negociadas las comisiones ilegales, que "después se hicieron concretas con el pago de coimas para el proyecto de los submarinos y para el de los helicópteros".
Pero en el caso de los aviones, agregó, "hubo un cambio en el proyecto del Gobierno, por lo que no sé lo que terminó ocurriendo".
Palocci explicó que, por lo general, cuando el ex presidente quería hablar de ilícitos en una reunión, "todo el mundo se retiraba de la sala y Lula conversaba a solas con el interlocutor involucrado en el caso". "No se dejan testigos cuando se habla de ilícitos", agregó.
Aseguró que se enteró de lo ocurrido en la reunión por comentarios que le hizo Lula posteriormente
El ex ministro de Defensa Nelson Jobim, interrogado por el mismo juez poco antes de Palocci, negó el pago de coimas en las diferentes negociaciones con Francia para la adquisición de equipos militares.
Jobim dijo haber estado presente en la reunión entre Lula y Sarkozy y que en esa "solo fue tratado el precio del contrato. No hubo absolutamente ninguna petición de coima o algo parecido".
Palocci también acusó a Lula de haberle solicitado a Rousseff, de quien era padrino político, que prorrogara un decreto que beneficiaba a empresas del sector automotor a cambio de que esas empresas invirtieran en un proyecto de uno de sus hijos para organizar un campeonato de rugby en Brasil.
"Estuve varias veces en que el ex presidente Lula le hacía numerosas peticiones a la presidente Dilma en relación con intereses de empresas y de sus socios, así como de beneficios a Odebrecht. Y la presidente Dilma los atendía, aunque no siempre sabía de las irregularidades", dijo.
El abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, afirmó en la misma audiencia que Palocci tan solo defiende sus intereses personales cuando acusa al ex presidente de ilícitos debido a que firmó un acuerdo de delación con la Policía Federal en el que se comprometió a salpicar al ex jefe de Estado.
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