El ex mandatario de Bolivia y actual candidato a la presidencia, Carlos Mesa, desconoció este miércoles en la capital de Argentina la legitimidad de la candidatura de Evo Morales para su cuarto mandato, al tiempo que aseguró que "construir una democracia del Siglo XXI es imprescindible después de este momento autoritario"
Bolivia elegirá un nuevo presidente en octubre de 2019, en comicios marcados por la polémica participación del actual mandatario a pesar de que en 2016 un referéndum puso fin a su proyecto de reforma constitucional para habilitar una nueva postulación.
En el caso de Morales hubo un referéndum que él propuso, y ese referéndum lo perdió. A partir de ese momento tu entras a una realidad muy distinta, entras a vulnerar el voto popular
"Nosotros no reconocemos la legitimidad de la candidatura del presidente Morales, pero vamos a participar de la elección porque consideramos que la batalla democrática tiene que darse en las urnas. El 'no' de 2016 se va a convertir en una ratificación en las elecciones de este año", aseguró el candidato de Comunidad Ciudadana durante un encuentro con la prensa en el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales, en Buenos Aires.
A pesar de la derrota de 2016, el Tribunal Supremo de Bolivia, cercano a Morales, acabó habilitando su postulación y lo mismo hizo luego el Tribunal Electoral.
"En el caso de Morales hubo un referéndum que él propuso, y ese referéndum lo perdió. A partir de ese momento tu entras a una realidad muy distinta, entras a vulnerar el voto popular", consideró.
Sobre la voluntad de competir con Morales a pesar de la falta de legitimidad, Mesa citó el ejemplo del chavismo en Venezuela, el cual habría aumentado su poder cuando "cuestionado por su legitimidad, el control total de los poderes o la inhabilitación de candidatos, la oposición decidió no participar y regalaron la elección". "Ese error no se puede volver a cometer", agregó.
De acuerdo a una última encuesta divulgada por el periódico Página Siete, Morales y Mesa están empatados en torno al 30% de la intención de voto. Para ganar, un candidato necesita obtener el 50% o al menos el 40% con una diferencia de 10% con el segundo, de lo contrario habrá segunda vuelta.
Los números son similares a los sondeos de comienzos de 2019 de las consultoras Mercados y Muestras, Captura Consulting y Tal Cual, que muestran a ambos candidatos orbitando el 30% de los votos, con un leve liderazgo de Morales.
Venezuela y la "militancia" de Morales a favor de Maduro
El ex presidente entre 2002 y 2005, cuando renunció al cargo en medio de una crisis política y una serie de manifestaciones en su contra, aseguró que de volver al Palacio Quemado adoptará la postura del Grupo de Lima con respecto a Venezuela.
Creo que hay que fortalecer la posición de respaldo a Juan Guaidó para lograr una solución que consta de dos pasos: la salida del gobierno de Nicolás Maduro y el llamado a una elección transparente
"Estoy convencido de que el presidente que representa a Venezuela es aquel que representa al organismo electo que tiene una legitimidad incuestionable, que es la Asamblea Nacional", señaló.
"Creo que hay que fortalecer la posición de respaldo a Juan Guaidó para lograr una solución que consta de dos pasos: la salida del gobierno de Nicolás Maduro y el llamado a una elección transparente y próxima, porque la situación es de ruina total", agregó.
Para Mesa, Morales "respalda de manera militante" al presidente venezolano Nicolás Maduro. "Lo respalda en todos los ámbitos sin ningún tipo de distinción. Lo que me permite interpretar que el presidente Morales cree que ese el modelo que hay que seguir. Eso es algo que no quisiera para Bolivia", describió.
Los problemas económicos y el desempeño "razonablemente bueno"
Consultado por los principales problemas económicos que enfrentará el próximo gobierno boliviano, Mesa hizo referencia a tres cuestiones: gasto público, déficit fiscal y aumento significativo de la deuda.
"En sí mismo estos factores pueden considerarse controlables pero la suma de estos factores van a plantear dificultades que requieren de una reorientación del gasto y la inversión pública", consideró.
Mesa también reconoció que Morales ha tenido un desempeño razonablemente bueno en cuanto al manejo de la economía, pero criticó en cambio el culto a la personalidad que construyó a su alrededor y el aumento de la corrupción en su gobierno.
"Cuando hablo de una democracia del Siglo XXI en Bolivia es para hacer una diferenciación muy clara. No se trata de volver al pasado en aquellos defectos que el pasado tuvo. Hay que fortalecer la idea de ciudadano y comunidad, más allá del corporativismo típico de América Latina", explicó.
"La lectura benevolente a nivel internacional del presidente Morales tiene que ver con su origen, incuestionablemente importante: haber sido el primer presidente indígena del país", matizó.
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