El régimen de Daniel Ortega y la oposición definieron este martes la hoja de ruta de las negociaciones que seguirán para buscar una salida a la crisis en Nicaragua, en la que tendrán como "testigos" a representantes de las Iglesias católica y evangelica.
"Se aprobó la hoja de ruta", anunció el nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag, al leer una declaración conjunta tras la quinta ronda de negociaciones entre el gobierno y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD).
En el acuerdo, de 16 puntos, las partes convinieron invitar al nuncio apostólico como "testigo y acompañante internacional", en representación del papa Francisco.
Invitaron también al cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), y al pastor Ulises Rivera, coordinador de pastores evangélicos, para que sirvan como "testigos y acompañantes nacionales" del diálogo.
"La mesa considera que con las invitaciones a los testigos y acompañantes nacionales se asegura la inclusión de una amplia gama de nicaragüenses, ayudando a la legitimidad del proceso de negociación", señala el comunicado.
El nuncio informó que "habiéndose aprobado la hoja de ruta se procederá a la discusión de la agenda de la negociación", la cual deberá concluir el 28 de marzo, tentativamente.
En la cita, que se extendió hasta la noche del martes en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), al sur de la capital, el régimen y la oposición no lograron ponerse de acuerdo sobre los garantes internacionales del diálogo, para lo cual la oposición propuso incluir a la ONU y la OEA.
Como solución acordaron designar a los garantes "una vez aprobada la agenda" del diálogo.
Los garantes internacionales tendrán como misión velar por el cumplimiento de lo acordado.
La declaración fue firmada por la delegación del régimen, encabezada por el canciller Denis Moncada, y de la ACJD, que preside el ex diplomático Carlos Túnermann.
Ortega aceptó el pasado 21 de febrero reiniciar las negociaciones con la oposición para buscar una salida a la grave crisis que desencadenaron las protestas de abril pasado.