La intensa temporada de lluvias en Bolivia elevó a 4.436 el número de familias damnificadas y a 13.200 las hectáreas de cultivos afectados, siendo previsible que las cifras asciendan debido a nuevas precipitaciones, se informó oficialmente este domingo.
"Tenemos un total 4.436 familias damnificadas que han tenido que dejar sus viviendas por inundaciones o deslizamientos", declaró el ministro de Defensa, Javier Zavaleta a la red de medios estatales, agregando que 52 toneladas de ayuda humanitaria habían sido destinadas a esas familias.
La autoridad indicó que se mantienen los niveles de alerta porque los informes de meteorología indican que las lluvias se prolongarán hasta marzo.
La situación obligó a las autoridades bolivianas a declarar a 38 municipios del país en estado de emergencia por problemas de inundaciones y deslizamientos.
Las principales zonas castigadas por las lluvias fueron el norte del departamento de La Paz, el oeste del Beni, el norte de Cochabamba, el oeste de Santa Cruz, y los departamentos de Tarija y Potosí.
El incidente mayor se registró la semana pasada en el poblado agrícola de Caranavi, al norte de La Paz, donde dos aludes causaron 18 fallecidos y una treintena de heridos. El acceso a la zona se restablece paulatinamente.
Zavaleta informó además de que 13.246 hectáreas de sembradíos de maíz, papa, trigo, fruta y pastizales resultaron dañados por las inundaciones.
Los campesinos afectados podrán recibir las compensaciones que contempla el seguro agrícola tanto en dinero como en semillas.
De acuerdo con el diario La Razón, se trata de las lluvias más intensas en 5 años, con eventos extraordinarios, como granizadas y tormentas eléctricas, los cuales ya causaron inundaciones, riadas y deslizamientos que hasta el viernes cobraron la vida de 18 personas.
Con información de AFP
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