El papa Francisco rechazó el viernes que los migrantes sean vistos como responsables de "mal social", en medio de los brotes de xenofobia que enfrentan centroamericanos y venezolanos en sus éxodos.
"Queremos ser la Iglesia (…) que no estigmatice y menos generalice en la más absurda e irresponsable condena de identificar a todo emigrante como portador de mal social", señaló el pontífice en el marco de su visita a Panamá.
El discurso sobre el racismo fue ofrecido ante 400 mil personas en el cierre del vía crucis que forma parte del segundo día de las Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá, con un mensaje centrado en la violencia de género contra las mujeres y el aborto.
Miles de jóvenes esperaron al Sumo Pontífice en la llamada cinta costera -Campo Santa María la Antigua- para el comienzo del vía crucis.
Allí se hizo la representación de las 14 estaciones para reflexionar sobre los problemas latinoamericanos que preocupan a la Iglesia católica, como migración, terrorismo, aborto, vocaciones religiosas, violencia y pobreza. Las 14 estuvieron representadas por delegaciones de jóvenes de los distintos países de América Latina.
La primera estación, por ejemplo, fue Honduras, un país donde más del 60% de su población vive en condición de pobreza. Y ese es precisamente uno de los temas que abordaron los jóvenes hondureños en la reflexión con el papa.
La cuarta estación abordó la situación de las poblaciones indígenas y estuvo representada por Guatemala, un país donde cerca de 5 millones de personas de los cerca de 11 millones que lo habitan pertenecen a alguna etnia indígena.
A Venezuela le correspondió la sexta estación y uno de los temas que se abordaron fue la migración, que precisamente ocupó un tema central en la región debido a la crisis política y social que se vive en ese país, y que ha obligado a miles de personas a desplazarse a diferentes partes del mundo.
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) tiene tres actos que son centrales: el vía crucis, la vigilia y la misa de envío, que son presididos por Francisco.
El viernes más temprano, alrededor de 30 activistas de la comunidad LGBT se manifestaron en las calles para exigir respeto y un alto a la homofobia en el país. El grupo, que representa a lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales, se congregó con pancartas al costado de una iglesia católica donde tienen lugar los eventos masivos de la JMJ.
"La homofobia es pecado", se leía en una pancarta que mostraba un joven. Otra mujer levantaba un cartel con la inscripción "Estado divórciate de la Iglesia".
MÁS SOBRE ESTE TEMA: