El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo este viernes que la crisis de Nicaragua justifica la aplicación del artículo 20 de la Carta Interamericana, que se usa cuando hay una ruptura del orden democrático y puede desembocar en la suspensión del país del organismo.
"La crisis en Nicaragua justifica plenamente la invocación del Artículo 20 de la Carta Interamericana, está hecho con criterios constructivos, procurando alcanzar acuerdos", dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) en una sesión extraordinaria.
"El gobierno está actuando fuera del margen del Estado de Derecho", dijo Almagro, citando la criminalización de las protestas, la falta de libertad de expresión y múltiples casos de abusos, represión y denuncias de tortura.
La ola de protestas iniciada el 18 de abril contra una reforma del seguro social derivó en un movimiento para reclamar la renuncia del presidente nicaragüense Daniel Ortega y de la vicepresidenta, su esposa Rosario Murillo. La represión a las protestas ha dejado 325 muertos y 400 detenidos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
"Esta reunión de Consejo Permanente, que se realiza a pedido del secretario general, es ilegal, ilícita e inexistente pues viola la misma institucionalidad de la OEA, la carta de la ONU y transgrede el derecho internacional", dijo el embajador de Nicaragua en en el organismo, Denis Moncada.
La embajadora de Canadá, Jennifer Loten, respaldó la convocatoria de Almagro y, a nombre del grupo de trabajo sobre Nicaragua, advirtió que la situación de derechos humanos en ese país "sigue deteriorándose".
Para la representante de Argentina, Paula María Bertol, el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana "queda iniciado".
Bertol detalló que seguirá "adelante con el segundo párrafo" del artículo 20, según el cual el Consejo Permanente puede disponer "la realización de las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática".
La embajadora de Costa Rica, Montserrat Solano, dijo a Efe que con este encuentro se inició "la apreciación colectiva", pero que, en la práctica, ya están en la "aplicación de la Carta".
El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, consideró "un paso adelante" esta sesión, ya que constituye uno de los peldaños en la aplicación de la Carta Democrática.
Para el director de Human Rights Watch (HRW) para América Latina, José Miguel Vivanco, "el principal logro de esta sesión es que arranca la aplicación de la Carta Democrática para Nicaragua". "Es obviamente una muy mala noticia para la dictadura de Ortega y (Rosario) Murillo (la vicepresidenta y esposa del presiente), pero obviamente que es una gran noticia para los nicaragüenses", sostuvo.
Para aplicar el Artículo 20 es necesario el voto afirmativo de dos tercios de los integrantes del organismo, una mayoría difícil de conseguir.
El caso más reciente de suspensión de un país fue Honduras tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009.
En cambio, para Venezuela, la amenaza de suspensión ha recorrido un largo camino, sin haber conseguido la mayoría para concretarla. En medio de la pugna, Caracas lanzó un proceso para retirarse del organismo que debería concluir en abril de 2019.