La oposición uruguaya, que calienta motores para la campaña electoral de cara a las presidenciales de 2019, lanzó una andanada de críticas al gobierno de Tabaré Vázquez, que tendrá representantes en la investidura de Nicolás Maduro en Venezuela.
Tras informaciones publicadas por el diario local El Observador el lunes, que dan cuenta de la presencia de representantes oficiales uruguayos el jueves en la ceremonia de inicio de un nuevo mandato de Maduro en Venezuela, la polémica explotó cuando en Uruguay se respira la campaña para las elecciones presidenciales en las que el gobernante Frente Amplio aspirará a un cuarto mandato consecutivo.
Desde todos los partidos
Las críticas vinieron desde los partidos de oposición que obtuvieron representación parlamentaria en los comicios de 2015 en Uruguay, que ya habían considerado "ilegítima" la votación en Venezuela el 20 de mayo pasado. La votación venezolana fue desconocida por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea (UE) y 12 países latinoamericanos.
El Partido Nacional (PN), el más serio competidor del izquierdista Frente Amplio, según las encuestas, emitió una dura declaración en la que señala que Maduro "carece de toda legitimidad" pues las elecciones no fueron "libres ni democráticas sino un auténtico fraude" celebrado "en la más absoluta ausencia de garantías, (…) con partidos prohibidos y candidatos presos".
El PN, que gobernó Uruguay entre 1990 y 1995, dijo que "corresponde desconocer" al gobierno chavista y "reconocer a la Asamblea Nacional" de Venezuela como parlamento representante de la ciudadanía. "Resulta lamentable el silencio del gobierno del Uruguay", añadió en una declaración.
El aspirante con mayor intención de voto dentro del PN, Luis Lacalle Pou, expresó en Twitter que "una vez más, la afinidad política y la vinculación comercial de unos pocos cercanos al poder, tienen al Uruguay en el selecto grupo de los países que no condenan al régimen de Maduro".
Una vez más, la afinidad política y la vinculación comercial de unos pocos cercanos al poder, tienen al Uruguay en el selecto grupo de los países que no condenan al régimen de Maduro. Una vez más no representan el sentir popular uruguayo.
— Luis Lacalle Pou (@LuisLacallePou) January 6, 2019
En tanto el precandidato por el Partido Colorado, Ernesto Talvi, se preguntó en Twitter: "¿A santo de qué el gobierno uruguayo reconoce a Maduro? Echa por la borda nuestras tradiciones republicanas. (…) Injustificable".
De su lado, el socialdemócrata Pablo Mieres, del Partido Independendiente, sostuvo a la AFP que "es una vergüenza muy grande" que Uruguay "forme parte de un pequeño grupo de países que no sabe distinguir entre democracia y tiranía", y que siga "abrazando a un tirano asesino y corrupto como Maduro".
"La gran pregunta es por qué. ¿Por qué el gobierno se aferra con argumentos y excusas increíbles a defender a una dictadura corrupta como la de Maduro?", y arriesgó que el Ejecutivo uruguayo "está enredado" y "tiene deudas pendientes con Maduro", por lo que una "postura de condena" le implicaría "daños colaterales inimaginables".
La AFP intentó comunicarse con el líder del derechista Partido de la Gente, Eduardo Novick, pero aún no tuvo respuesta.
Cercanía con Caracas
El gobierno de Vázquez ha chocado los últimos años con la oposición por no condenar al gobierno de Maduro como otros países de la región.
Montevideo luchó a capa y espada contra la suspensión de Venezuela del Mercosur, pero finalmente tuvo que ceder a la presión de sus socios Brasil, Argentina y Paraguay, que consideran que en el país caribeño no hay democracia, y así Caracas quedó fuera del bloque en 2017.
El Frente Amplio incluso expulsó de sus filas al secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien fuera canciller de José Mujica entre 2010 y 2015.
La decisión del Frente, coalición de izquierda que abarca a socialistas, comunistas partidarios del chavismo, o ex guerrilleros, fue "expulsar al señor Luis Almagro de los registros de adherentes al Frente Amplio", luego de años de rispideces por las constantes denuncias del diplomático sobre la crisis venezolana.
El Frente Amplio trata de "evitar hablar del hambre del pueblo venezolano, de los venezolanitos que mueren de desnutrición infantil" o por falta de medicinas, "para no tener que hablar de la indecencia de un régimen que se niega a recibir ayuda humanitaria", lanzó en su defensa Almagro, quien acusó de "falta de ética" al tribunal que le juzgó en el partido del que fuera militante.
En el gobierno, el ministro de Economía, Danilo Astori, y su sector político Asamblea Uruguay, criticaron en mayo pasado el proceso electoral venezolano. "No creo que haya sido una elección democrática", expresó entonces el jerarca, mientras su gobierno evitaba roces con Venezuela.
A comienzos de año, el canciller Rodolfo Nin Novoa llegó hasta reconocer la existencia de presos políticos en Venezuela.
Mauricio Rabuffetti para AFP
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