Una factoría de pescado, una deuda y la visión de Don Risso: así nacieron el primer hotel y la primera temporada de Punta del Este

A comienzos del siglo XX, un periódico de época lo describió como un pequeño hotel con "diez cómodas y espaciosas piezas, cocina y demás comodidades". La curiosa evolución del establecimiento pionero que brindó servicio a huéspedes cuando Punta del Este aún se llamaba Ituzaingó

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El pionero de Punta del
El pionero de Punta del Este, el Hotel Risso, cuando era una factoría de pescado. En 1889 recibió a los primeros “touristas” del balneario

Cuando el entonces presidente de la República del Uruguay, el doctor Claudio Williman, promulgó la ley número 3186 dispuso en su artículo primero que se declarase oficialmente pueblo con la denominación de Punta del Este al conjunto de casas situadas en Punta del Este, departamento de Maldonado. Lo hizo el 5 de julio de 1907, efeméride insignia del balneario, 8 años antes de que se estableciera el primer hotel en la península.

A Uruguay llega por año más gente de la que allí vive. Son cuatro millones de visitantes que recorren un país con una demografía sostenida, uniforme hace 30 años, una población ecuánime de 3 millones y medio de uruguayos. Para albergar tal demanda, es necesario tener servicios y suficiente infraestructura de alojamientos. Punta del Este, el balneario top de la región, tiene una vasta oferta en materia de hotelería. Pero todo nació con una decisión del gobierno de cercenar un emprendimiento industrial por la matanza accidental de lobos marinos: así surgió el primer hotel.

Don Pedro Risso, el dueño
Don Pedro Risso, el dueño del primer hotel de Punta del Este. Además de rentar las habitaciones a los turistas, organizaba excursiones, hacía asados en Punta Ballena, alquilaba caballos en la Barra. Muchos de sus huéspedes consiguieron comprarse terrenos gracias a su gestión

La historia se remonta a 1888, cuando una empresa industrial dedicada a la pesca en escala, a la crianza de langostinos y ostras se estableció en Punta del Este. El diario El Siglo de Montevideo publicó que se trató de un "importante establecimiento, único y nuevo al mismo tiempo en nuestro país". Se llamó Empresa de Pesquería, la administró Julio Boeth y su capital era argentino.

El 28 de abril del año siguiente el bisemanario El Conciliador publicó en su edición: "La Empresa de Pesquería está de felicitaciones, según se demuestra por los siguientes datos que se nos suministraron por persona que ha tenido ocasión de presenciar la enorme cantidad de pescado que condujo a la capital el viernes el vapor 'Maldonado', perteneciente a la empresa. He aquí la cantidad de pescado y sus diversas especies: ochenta canastas de pescado, correspondiendo cada una de ellas al peso de setenta kilos. El éxito no puede ser más satisfactorio y la empresa obtendrá con ello los resultados que se proponía. Que las costas de Maldonado son ricas en pescado está demostrado de un modo irrecusable".

“No sé si se podría llamar hotel como tal, dado que estaba ubicado en una antigua factoría de pescado. Pedro Risso era el capataz. Cuando la empresa decide no seguir con las actividades, él se cobra los salarios que le adeudaban quedándose con la propiedad”, resumió el historiador Fernando Cairo

La compañía había edificado una infraestructura acorde para explotar la industria. Tenía un criadero de ostras en la península y un criadero de langostinos de agua dulce en un paraje conocido como "La Cantera" en las afueras de Maldonado. La empresa era exitosa y rentable. Sin embargo su existencia fue efímera.

El escritor uruguayo Carlos Seijo escribió en su libro Maldonado y su región, editado por primera vez en 1945, la historia de la disolución de la Empresa de Pesquería: la circulación constante de navíos por las costa afectaba a su negocio y a la biodiversidad del ecosistema por la matanza desafortunada de lobos marinos. El Gobierno dispuso el cese de la compañía y el pago de una indemnización por daños y perjuicios: la próspera industria pesquera quedaba paralizada.

El doctor Fernando Cairo, historiador y subdirector general de Cultura de la Intendencia de Maldonado, redactó un artículo que fuera publicado en la revista Turismo 90 en diciembre de 1989 con el título "La hotelería en Punta del Este". El texto relata las discretas raíces arquitectónicas del hoy mega desarrollado servicio hotelero en la bahía más refinada del continente sudamericano. Reconstruye el origen del concepto "hotel" en la visión emprendedora del ex capataz y encargado de la firma pesquera, Don Pedro Risso.

La vista del frente del
La vista del frente del hotel miraba hacia la plazoleta Julio María Sosa. El Hotel Risso sería, según las calificaciones actuales, de tres estrellas

Cuando la empresa cerró, le compensaron salarios impagos con la cesión de la infraestructura levantada por la compañía. Claro que hasta entonces no eran más que galpones, depósitos de víveres y de sal para la conservación del pescado, departamentos para la fabricación y envase de las conservas, espacios donde se procesaba el producto y se guardaban las artes de pesca.

El 14 de noviembre de 1889 el periódico El Conciliador informó: "Ha recibido el encargado del gran edificio que posee en la Punta del Este la Empresa de Pesquería, un sinnúmero de comunicaciones, que de diferentes puntos le dirigen solicitando piezas para alquilar, durante la estación de los baños. La empresa ha procedido con acierto al disponer sea cedido con ese fin el precitado establecimiento que, por el momento, permanece improductivo".

El mismo día y en el mismo diario apareció un aviso publicitario: "A los bañistas: pongo en conocimiento del público que en el antiguo establecimiento de pesquería de la Punta del Este se alquilan piezas para los bañistas contando con diez cómodas y espaciosas piezas, cocina y demás comodidades. Para tratar, concurrir al mismo establecimiento. El Encargado". Fernando Cairo lo recuerda con entusiasmo: "Es el antecedente más antiguo sobre el inicio de la hotelería en Punta del Este".

Pedro Risso es el gen de la próspera industria hotelera de Punta del Este. La ubicación de su hotel era estratégica: a pocos metros del puerto en función de su actividad pesquera original, ocupaba los solares C, D, E y F de la manzana 55, la primitiva fragmentación de las propiedades en la costa esteña. Allí, donde se había levantado el primera y audaz casa de alojamiento, actualmente yacen las ruinas del ex Hotel Palace en el cruce de las calles 14 y 11.

“Era un lugar muy modesto, muy bien emplazado, cerca de la playa y en un lugar alto. Estaba ubicado junto a la plazoleta Julio María Sosa, donde después funcionó con éxito el Hotel Palace. Hoy es la calle Las Palmeras y Gorlero”, agregó Cairo.

En sus comienzos fue en verdad una suerte de casas independientes, mancomunados por un edificio principal que prestaba cierto confort: salón comedor, salón de billar, salón de reuniones dotada de un piano. Un recorte periodístico de época lo describió como "un pequeño hotel con diez cómodas y espaciosas piezas, cocina y demás comodidades".

En febrero de 1902, otro diario detalló: "El progreso de este balneario es asombroso. Ya el Hotel Risso resulta pequeño, y pronto estarán terminadas las obras que darán capacidad para albergar a cuarenta o cincuenta viajeros más. La invasión ha sido tan grande este año que ya el gran comedor no da
capacidad para tantos comensales, por lo que se ha habilitado el salón de billar. Los caballeros que aquí veranean se entregan de mañana temprano a la pesca, ya eligiendo buen sitio en la costa, o en botes cuando el mar está tranquilo".

En su artículo, narraba dos novedades: habían sido colocadas carpas para los turistas y dispuesto una nueva subdivisión de la playa, la de los matrimonios, que se incorporaba a la costumbre de las costas de Montevideo de segmentar el balneario por género (la publicación dice "el que les pertenece a las señoras y el que les pertenece a los caballeros").  Un edicto policial de diciembre de 1890 establecía las zonas de baños reglamentados por postes con tablillas y una separación de más de cuatro cuadras. Por entonces, las cuestiones de moralidad prohibían que hombres y mujeres compartieran la misma playa.

La primera playa de Maldonado fue “Las Delicias” y en Punta del Este la “Del Plato”, donde hoy está la explanada del puerto. Hacia fines del siglo XIX las “temporadas de baños” comenzaban en diciembre y terminaban en marzo

Fernando Cairo destacó que el hotel se popularizó por su servicio familiar y por la buena y abundante comida que cocinaba su dueño, experto gourmet de la cocina marinera.

En 1903, la publicación Rivera "La France" reseñó: "Entre las instalaciones que allí existen merece especial mención el Hotel de Pedro Risso, un bien montado hotel que ofrece a sus huéspedes el más esmerado servicio, toda clase de distracciones honestas y una modicidad de precios que contrasta aún con los de otros establecimientos de igual índole radicados en otros lugares de la costa. Cuenta con amplios y cómodos salones ventilados y bien amueblados, un excelente comedor, selecta y abundante mesa, salones de billar, música y baile, todo por la módica pensión de 1,50 pesos".

La crítica es elogiosa. Su conclusión soslaya su significación de comienzos de siglo: "El Hotel de Pedro Risso es el más visitado y concurrido de Punta del Este, y su propietario se desvive por atender y satisfacer a todos cuantos visitan esa importante casa".

Por esa época, ya el balneario experimentaba prosperidad y pujanza. En 1901 se construyeron las primeras residencias concebidas como casas de veraneo, financiadas por uruguayos y argentinos. Dos años después, los propietarios solicitaron a la Junta Económico Administrativa de Maldonado terrenos para edificar una capilla y una comisaría.

En 1905, se inauguró el servicio de correo y en noviembre, un periódico local notificó: "Ha sido fletado por un núcleo de 40 a 50 'touristas' porteños para el 15 de este mes el vapor nacional 'Maldonado' de los señores Cavallo Hnos. Dichos paseantes vendrán directamente a Punta del Este, punto principal de la excursión. Parece cosa resuelta que el próximo verano el 'Maldonado' hará la carrera desde Montevideo en combinación con la Empresa Mihanovich de Buenos Aires, estableciendo así un servicio directo, cómodo y rápido entre aquella ciudad y este balneario".

La ciudad estaba potenciando su espíritu turístico, hoy consagrado.

En 1906 -cuando de acuerdo a un extracto del diario Nueva Vida en la ciudad vivían 492 habitantes y existían 111 casas construidas, 22 en construcción y unas 300 por construirse-un grupo inversor argentino compró 24 solares para levantar el Biarritz Hotel entre los pardos y las rocas, sitios que componían la península a principios del siglo XX. Fue el primero hotel cinco estrellas del balneario: albergó a la aristocracia montevideana y porteña que exigía un acondicionamiento superior.

Se inauguró en la temporada de verano 1907-1908, veinte años después de que Don Pedro Risso advirtiera el potencial turístico de la bahía y de que se decretara la primera temporada de verano. Y cinco meses después de que Ituzaingó cambió, para siempre y oficialmente, su nombre por Punta del Este.

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