La Policía brasileña distribuyó este domingo 20 retratos con posibles apariencias del ex militante de izquierda Cesare Battisti, condenado en Italia por cuatro asesinatos en la década de 1970 y quien se encuentra prófugo de la Justicia.
Las autoridades intentan sin éxito dar con el paradero de Battisti desde el jueves, cuando el juez de la Corte Suprema de Brasil Luiz Fux determinó, a pedido de la Fiscalía, su arresto con fines de extradición, ya decretada y firmada por el presidente Michel Temer.
La Policía Federal, encargada de su captura, busca "por todo Brasil" al ex terrorista italiano y, por el momento, descartan la posibilidad de que se haya fugado a otro país, según indicó a la agencia EFE una fuente de la corporación.
"La última noticia que se tiene es que está en el estado de Sao Paulo", en el sureste del país, señaló la fuente.
Battisti, considerado "prófugo" de la Justicia, reside en Cananéia, una remota localidad en el litoral de San Pablo, pero allí nadie le ha visto incluso desde antes de que se decretarse su orden de arresto.
Por ello, han elaborado y difundido 20 retratos robot "con las principales posibilidades de disfraz que podrían ser utilizadas" por Battisti, quien fue miembro de la banda Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), un brazo de las Brigadas Rojas.
En las imágenes distribuidas por la Policía Federal se aprecian distintas apariencias que puede estar adoptando Battisti: rapado, con o sin bigote, con distintos formatos de barba o con gafas de sol, sombrero o gorra.
También han puesto a disposición de la ciudadanía un número de teléfono y una dirección de correo electrónico para recibir cualquier información que ofrezca alguna pista sobre su paradero.
De acuerdo con TV Globo, un avión militar de Italia ya está en Brasil para trasladar a Battisti cuando sea detenido.
El ex activista fue condenado en ausencia a cadena perpetua por presuntamente haber asesinado a dos policías, un joyero y un carnicero entre 1977 y 1979, si bien él niega haberlos cometido.
Tras décadas fugado en Francia y México, se instaló en 2004 en Brasil, donde permaneció ocultó hasta su detención en 2007.
El Tribunal Supremo autorizó su extradición en 2009 en un fallo no vinculante que dejó la decisión en manos del entonces jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, quien la paralizó el último día de su segundo mandato, el 31 de diciembre de 2010.
Temer, en el poder desde mediados de 2016, manifestó su intención de extraditar a Battisti a Italia, al igual que el presidente electo, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien será investido el 1 de enero, aunque siempre a expensas de un parecer del Supremo favorable en ese sentido.
La decisión de Fux le abrió las puertas a Temer, quien firmó el decreto de extradición el viernes, a la espera del arresto del exactivista.
Con información de EFE
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