El Consejo Nacional de Justicia de Brasil (CNJ) solicitó al juez Sergio Moro, indicado como futuro ministro de Justicia y Seguridad Pública por el presidente electo, Jair Bolsonaro, que presente "informaciones" sobre su aceptación para comandar dicha cartera, informaron fuentes oficiales.
Según explicó en una nota el CNJ, el magistrado Humberto Martins determinó un "Pedido de Providencias" para que Moro, responsable en la primera instancia de la operación Lava Jato, ofrezca explicaciones en hasta 15 días sobre su indicación como titular del Ministerio de Justicia y Seguridad Púbica de la próxima gestión.
Martins decidió acatar el pedido de algunas entidades, ciudadanos y partidos, entre ellos el Partido de los Trabajadores (PT), para verificar si hubo actividad política por parte de Moro al aceptar la invitación de Bolsonaro, ganador en los comicios de octubre pasado y quien asumirá su mandato el 1 de enero próximo.
"Visando posibilitar una mejor comprensión de los hechos, determino que sea el representado (Sergio Moro) notificado para prestar informaciones en 15 días", expresó el magistrado, citado en el comunicado.
Martins agregó que reunió todos los pedidos que solicitaban la investigación de la conducta de Moro en una única acción, para evitar, así, la "repetición de actos procesales" que verificarían "hechos homólogos" y representaría un "desperdicio de recursos humanos y materiales".
En uno de los pedidos presentados ante el Consejo Nacional de Justicia, la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia afirmó que Moro habría violado el Código de Ética de la Magistratura al "iniciar tratativas de ejercer otro cargo público aún durante el ejercicio del cargo de magistrado".
Por su parte, el PT, cuyo máximo líder, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, fue condenado por Moro en el marco de la Lava Jato, acusó al juez de "parcialidad" y de "interferir de manera indebida en el proceso electoral, siempre con el objetivo de perjudicar al Partido de los Trabajadores y sus candidaturas".
No obstante, Moro afirmó el martes pasado que la invitación para que sea el próximo ministro de Justicia y Seguridad Pública no tenía "nada que ver" con el proceso de Lula, encarcelado desde abril.
Asimismo, aseguró que no pretendía hacer uso del Ministerio para promover "persecuciones políticas". "No pueden dejarme atado por una fantasía de que estoy promoviendo una persecución política", dijo en la ocasión.
El juez, quien anunció a principios del mes que había aceptado la invitación de Bolsonaro, se encuentra oficialmente de vacaciones y apartado de los procesos de la Lava Jato, la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil.
Al anunciar que se apartaba de su trabajo, Moro destacó que lo hacía para "evitar controversias innecesarias" y que solo renunciaría a su cargo de magistrado federal en enero.
Con información de EFE
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