La ecologista y ex candidata presidencial Marina Silva declaró su voto al progresista Fernando Haddad para la segunda vuelta de las elecciones, en la que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) se medirá al ultraderechista Jair Bolsonaro.
"Daré un voto crítico y haré oposición democrática" a Haddad porque "por lo menos no predica la extinción de los derechos de los indios, la discriminación de las minorías, la represión a los movimientos" o "la humillación aún mayor hacia mujeres, negros y pobres", escribió Silva en redes sociales.
Diante do pior risco iminente, darei um voto crítico e farei oposição democrática ao professor @Haddad_Fernando. Leia o posicionamento completo – https://t.co/OT4ePsNtlu pic.twitter.com/wNqQ6cgxnO
— Marina Silva (@MarinaSilva) October 22, 2018
La ambientalista fue una de las grandes derrotadas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 7 octubre al obtener apenas un 1,0 %, lo que en números absolutos se traduce en un millón de votos.
La aspirante por Rede Sustentabilidade venía de quedar en tercer lugar en los comicios de 2010 y 2014, consiguiendo en ambas citas unos 20 millones de votos.
Para la segunda vuelta, su partido declaró su neutralidad, aunque recomendó a sus militantes "no votar en Bolsonaro, por el peligro que su campaña pregona contra la democracia, el medioambiente, los derechos civiles y el respeto a la diversidad", recordó Silva.
Sin embargo, la ahora ex candidata expresó su "voto crítico" a Haddad por, entre otros motivos, "su consciencia cristiana" y su discurso en pro de la "democracia y los derechos sociales".
En cuanto al calificativo de "crítico", Silva explicó que, a su juicio, al PT le ha faltado autocrítica al no "asumir los graves daños causados por la práctica de una política depredadora, sustentada por la falta de ética y por la corrupción" que destapó la Operación Lava Jato.
"Sé que, con apenas un 1 % de votos en la primera vuelta, la importancia de manifestación, en una lógica electoral estricta, es puramente simbólica, pero es mi deber ético y política hacerla", sentenció.
Haddad consiguió reunir en torno a su candidatura el apoyo de buena parte de los partidos de izquierda brasileños, pero no formar un "frente democrático" suprapartidario, como él quería, para hacer frente a Bolsonaro, a quien considera "una amenaza" para la democracia brasileña.
Según la última encuesta divulgada el lunes por la firma MDA, Bolsonaro, un nostálgico de los tiempos de la dictadura militar (1964-1985), será elegido el domingo nuevo presidente de Brasil con un 57 % de los votos válidos, frente al 43 % que conseguiría Haddad.
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