Fernando Haddad fue el principal blanco de los ataques de los candidatos presidenciales durante el debate televisado

Los candidatos Geraldo Alckmin y Henrique Meirelles fueron los que lanzaron la mayor cantidad de críticas al elegido por Lula da Silva

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La llegada de Fernando Haddad 
La llegada de Fernando Haddad  a su primer debate (REUTERS/Paulo Whitaker)

Fernando Haddad, el candidato presidencial seleccionado por el encarcelado ex mandatario brasileño Lula da Silva, fue el principal blanco de los ataques de los demás aspirantes durante el debate televisado realizado el jueves.

El aspirante de izquierda se ha posicionado en el segundo lugar en las preferencias en menos de tres semanas.

La del jueves fue la primera participación un debate televisado del abanderado del Partido de los Trabajadores (PT), desde que el pasado 11 de septiembre fuera proclamado como sucesor de Lula, preso por corrupción y lavado de dinero.

Durante los dos primeros bloques del debate, realizado en el Santuario Nacional de Aparecida, en la ciudad homónima situada en Sao Paulo, los siete principales candidatos presidenciales volvieron a abordar temas como desempleo, salud y especialmente corrupción.

Los candidatos Geraldo Alckmin y Henrique Meirelles fueron los que lanzaron la mayor cantidad de críticas a Haddad durante la primera parte del debate en TV Aparecida.

El socialdemócrata Alckmin, , cuarto con un 9 % de intención de voto, dijo que la candidatura de Haddad se anunció frente a una prisión y Meirelles culpó al Partido de los Trabajadores de Haddad por el alto índice de desempleo y los problemas económicos por los que atraviesa Brasil.

Geraldo Alckmin
Geraldo Alckmin

Alckmin también defendió una reforma política para cambiar lo que consideró como un "modelo equivocado" y subrayó que "quien se enriquece con la política es un ladrón".

Haddad se comprometió a recuperar el crecimiento económico. El candidato apostó por el "fortalecimiento de las instituciones para combatir la corrupción" y defendió las medidas llevadas a cabo en ese sentido por el Partido de los Trabajadores.

En el debate, promovido por la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil y en el que estuvo ausente el ultraderechista Jair Bolsonaro, hospitalizado tras ser apuñalado, los principales candidatos a las presidenciales del 7 de octubre también apelaron la "ética política".

El PT había estado ausente en los últimos tres debates debido a su insistencia en la candidatura de Lula, quien tan solo entregó su testigo a Haddad tras ser vetado por la corte electoral y perder un sinfín de recursos ante la justicia.

De acuerdo con la encuesta divulgada hoy por la firma Datafolha, si las elecciones presidenciales fuesen hoy, Bolsonaro, con un 28 % de apoyos, y Haddad (16 %) serían los dos más votados y tendrían que disputar una segunda vuelta, el 28 de octubre, ya que ninguno obtendría más de la mitad de los votos.

Los sondeos sitúan en tercer lugar al laborista Ciro Gomes (13 %), quien volvió a presentarse como un "ejemplo" de honestidad en la lucha contra la corrupción y se comprometió a poner freno a la "cooptación de diputados mediante el soborno".

Por su parte, la ecologista Marina Silva, la tercera candidata más votada en las dos últimas elecciones presidenciales y cuya intención de voto bajó del 8 % al 7 % en una semana, enfatizó que Brasil ha sido " derrotado por la corrupción institucional" y denunció el uso de la política para "enriquecimiento ilícito".

En el debate también participaron el líder de los Sin Techo Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), y el candidato de Podemos Alvaro Dias, aunque todos ellos con menos de un 3 % de intención de voto.

(Con información de AP y EFE)

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