Las versiones de las torturas de las fuerzas del régimen de Daniel Ortega son cada vez más escalofriantes. Este lunes, Bryan Calderón, quien fue arrestado por participar de las manifestaciones contra el presidente de Nicaragua, reveló que tras una dura golpiza, la Policía sandinista le arrancó los testículos.
"Ellos llegaron tirando balazos, me pegaron uno en una rodilla, me pegaron con un (fusil) AK-47, me torturaron, me pusieron un pañuelo en la boca, me metieron un cuchillo en mis partes íntimas, me sacaron mis testículos", contó Calderón a periodistas, vía telefónica desde un hospital al norte de Nicaragua.
El hecho ocurrió el 30 de agosto pasado en una comunidad rural del municipio de Pueblo Nuevo, al norte del país, comentó su media hermana, Antonia Cruz, en una rueda de prensa en Managua.
Calderón dijo tener miedo de que le den de alta del hospital, porque "no quiere volver a esa cárcel".
Cruz afirmó que su hermano ya había vuelto a casa tras sufrir la tortura, pero que un oficial identificado como Martín García llegó a la vivienda y volvió a golpear a Calderón, quien en ese momento estaba dentro del baño sentado en una silla de ruedas, ya que no volvió a caminar tras las supuestas torturas.
La víctima también identificó al agente Erwin López como uno de sus agresores, según la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
"Quienes deberían estar presos son los oficiales Martín García y Erwin López, porque en nuestro país la tortura está prohibida", sostuvo el abogado de la CPDH, Pablo Cuevas, ante periodistas.
Nicaragua vive actualmente la crisis más severa de su historia en tiempos de paz, como producto de múltiples protestas contra Ortega desde abril pasado.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al régimen de "más de 300 muertos", así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual.
Ortega ha rechazado cada señalamiento e insiste en que todo se trata de un "golpe de Estado".
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder.
Con información de EFE
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