Así fue abordado el sacerdote por los grupos sandinistas
El sacerdote Edwin Román, descendiente del héroe nacional de Nicaragua, Augusto César Sandino, denunció haber sido agredido por la Policía Nacional durante una misa celebrada en Masaya, a través de un video publicado que se viralizó en las redes sociales.
El religioso aseguró haber sido agredido por el subdirector de la Policía Nacional, Ramón Avellán, el domingo, cuando salió de la iglesia a pedir a un grupo de agentes antimotines que contuviera la interrupción a la misa, que ejecutaban con canciones de contenido político a alto volumen.
"Afuera estaban unos antimotines, entre ellos la cabecilla, el comisionado Avellán, con música de alto volumen pro Gobierno, yo me acerqué para que le bajaran el volumen, entonces ahí mismo fue agredido por Avellán, que me empujó, me dijo que me quitara", afirmó el sacerdote en el video.
"Prácticamente una jauría me empezó a insultar con palabras que no las puedo predicar", agregó.
El párroco de Masaya es uno de los que más ataques y agresiones físicas ha sufrido por parte del régimen sandinista desde el estallido social de abril pasado, que ha dejado entre 322 y 481 muertos, según organismos de derechos humanos locales y extranjeros en las protestas contra Daniel Ortega.
En esta ocasión "quise poner la denuncia públicamente ante la comunidad internacional y ante el pueblo nicaragüense", destacó.
La denuncia pública de Edwin Ramón
La Iglesia católica y el Gobierno mantienen distancia desde julio pasado cuando la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que sirve de mediadora en el diálogo nacional entre la Alianza Cívica que representa a la sociedad civil y el régimen, pidió a Ortega adelantar a marzo de 2019 las elecciones de 2021, para superar la crisis.
"Me dolió que los señores obispos tuvieran esa actitud de golpistas", explicó Ortega el 19 de julio, durante la celebración del 39 aniversario de la revolución sandinista en Nicaragua.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al régimen de "más de 300 muertos", así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.
En una reciente entrevista con la Agencia EFE en Managua, el presidente Ortega negó que haya sofocado las protestas con represión, dijo no sentirse responsable de las muertes en las calles durante los últimos meses y culpó a Estados Unidos y al narcotráfico de financiar, apoyar y armar a grupos violentos.
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.
Con información de EFE
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