La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, expresó este lunes que el número de personas que están huyendo de Nicaragua está aumentando de forma "exponencial", como consecuencia de la crisis en este país, y denunció al régimen chavista por no permitir una adecuada rendición de cuentas frente a los abusos contra la población en Venezuela .
Al inaugurar la última sesión ordinaria del año del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, Bachelet pidió a este órgano que refuerce su vigilancia sobre Nicaragua.
En su discurso, la ex presidente chilena denunció que la crisis bajo el régimen de Daniel Ortega ha provocado la muerte de unas 400 personas y dejado al menos heridas a 2.000.
"Entre tanto, nosotros seguiremos documentando las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua", aseguró. Ello a pesar de la decisión de la semana pasada de las autoridades sandinistas de expulsar a un equipo de observadores de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU que investigaba y documentaba las violaciones de los derechos humanos en este país, en el contexto de la represión de las protestas ciudadanas.
Venezuela
Respecto a la crisis bajo el régimen chavista, Bachelet denunció que "el Gobierno no ha mostrado apertura para una rendición de cuentas genuina", en referencia a las violaciones de los derechos humanos que documentó la ONU durante las protestas masivas de 2017.
El discurso, del que una copia fue transmitida previamente a los medios, contenía párrafos sobre Venezuela, pero que finalmente Bachelet no pronunció ante los diplomáticos.
Bachelet, quien asumió el puesto de alta comisionada la semana pasada, indicó en el texto que el éxodo de venezolanos demuestra la importancia de proteger los derechos humanos en toda circunstancia y, en este caso particular, de ayudar a los países que los están recibiendo.
Cifró en 2,3 millones el número de personas que han huido del país hasta el pasado 1 de julio, lo que equivale al 7% de la población total.
Las razones, indicó, han sido "la falta de alimentos y de acceso a medicinas esenciales y a atención médica", así como "la inseguridad y la persecución política". Mencionó que este movimiento no está decayendo, sino que por el contrario se está "acelerando".
Por su parte, una vocera de su oficina informó que Bachelet aceptó el pedido del canciller venezolano, Jorge Arreaza, para sostener una reunión. Aunque no se confirmó la fecha del encuentro, el representante chavista tiene programado dar un discurso este martes en Ginebra.
La entidad que dirige Bachelet tiene experiencia en documentar abusos en situaciones de crisis y conflicto en países donde los Gobiernos le impiden el acceso. Para ello despliega a sus expertos en países vecinos donde pueden recoger información directa entre las víctimas que han logrado huir, recoge testimonios a distancia y recolecta pruebas audiovisuales, entre otras estrategias que permiten ofrecer una descripción creíble de la situación.
Entre otros temas, Bachelet pidió un mecanismo internacional para recoger evidencias sobre la crisis humanitaria de los rohinyás en Myanmar, y urgió a la Justicia de Egipto a revisar las decenas de condenas a muerte por considerar que se trató de "juicios injustos". También re refirió a las políticas del Gobierno de Donald Trump de separación de familias de inmigrantes, señalando que solo conducen a "hostilidad y sufrimiento".
(Con información de EFE y AFP)
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