Una corte brasileña revirtió este lunes un fallo que prohibía productos que contuvieran el popular herbicida glifosato, dejando sin efecto una decisión previa que planteaba un serio desafío para la temporada de siembra de soja que comienza este mes.
El mes pasado un juez brasileño resolvió paralizar el registro de nuevos productos en base a glifosato en el país y suspender registros existentes después de 30 días, hasta que la agencia de salud Anvisa emitiera una decisión pendiente sobre su seguridad. La decisión se tomó ante nuevas informaciones según las cuales el producto es cancerígeno y a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ese plazo de 30 días se cumplía el lunes, justo cuando comienza el primer mes de siembra de soja. El fallo y derogación posterior también se aplicaban al insecticida abamectin y al fungicida thiram.
El juez Kássio Marques, de la corte federal regional del primer distrito en Brasilia, basó su decisión que suspende el fallo en el argumento del Gobierno de que prohibir el glifosato y los otros dos agroquímicos podrían dañar a la economía del país.
Marques dijo en la decisión que "nada justifica la suspensión y abrupta remoción de registros de productos que contienen glifosato, abamectin y thiram como ingredientes activos sin un análisis de los serios impactos de la economía del país y de la población en general".
Brasil es el mayor exportador mundial de soja y depende fuertemente del agroquímico. El principal vendedor de glifosato en el país es Monsanto, compañía recientemente adquirida por Bayer AG.
La empresa señaló que la decisión "es una muy buena noticia para los agricultores brasileños, que cuentan con herbicidas en base a glifosato para controlar la maleza y desarrollar sus cultivos en forma segura y efectiva".
En las cortes estadounidenses hay cientos de demandas que afirman que los productos con glifosato de Monsanto provocan cáncer. Bayer y Monsanto afirman que décadas de uso y varias revisiones demuestran que el glifosato es seguro.
Esta batalla judicial se produce pocas semanas después de que un tribunal de San Francisco condenara a Monsanto por no advertir que el glifosato de sus herbicidas RoundUp es cancerígeno.
La sentencia, que Monsanto tiene previsto recurrir, obliga a la compañía a pagar casi 290 millones de dólares de indemnización a Dewayne Johnson, un conserje de escuela diagnosticado en 2014 con un cáncer incurable que afecta los glóbulos blancos.
(Con información de Reuters, EFE y AFP)
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