Los cocacoleros de los Yungas despidieron al grito de "¡Evo asesino!" a dos trabajadores muertos por la represión en el municipio de La Asunta, a 200 kilómetros al noreste de La Paz. La Policía reprimió ferozmente en los últimos días las protestas en esa zona.
En una rueda de prensa, el comandante de la Policía Boliviana, general Faustino Mendoza, confirmó la muerte de dos personas de sexo masculino, uno de 40 años y otro de 45.
Según Mendoza, los fallecidos eran parte de un "grupo irregular armado" conformado por unas 30 personas que emboscaron y hostigaron a las fuerzas de erradicación de plantaciones ilegales de coca en el puente San Antonio, en La Asunta.
"Han sido identificados francotiradores en las serranías y lastimosamente se ha procedido a su neutralización en legítima defensa, haciendo uso proporcional de la fuerza del ataque letal", aseguró el jefe policial.
Mendoza señaló que se logró aprehender a dos personas y secuestrar un fusil y una escopeta.
En declaraciones a la radio Erbol, un dirigente cocalero de La Asunta, Freddy Quispe, negó entre lágrimas que hubiera una emboscada contra los uniformados y aseguró que los campesinos se encontraban en el lugar haciendo una vigilia.
Según Quispe, agentes de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) dispararon "a larga distancia" a los cocaleros que estaban en el lugar y aseguró que, además de los dos muertos, hay varios desaparecidos.
"Queremos justicia para nuestros hermanos que han sido acribillados como animales", sostuvo el dirigente y negó que en el lugar haya grupos armados, como aseguran las autoridades.
Más temprano, la Policía informó sobre la detención de dos personas que se encontraban en el lugar y que dispararon contra las fuerzas del orden.
El suceso se produjo en la mañana del jueves, cuando un grupo especial se disponía a continuar con su labor en la zona, donde también se instaló una vigilia de productores de coca, según esta misma fuente.
La tensión en la zona de los Yungas de La Paz ha subido después de que la noche del martes un juez dispusiera la detención preventiva del principal dirigente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), Franklin Gutiérrez.
El Gobierno acusó a Gutiérrez, junto con otros cuatro cocaleros, de ser los supuestos responsables intelectuales de una emboscada a las fuerzas antidrogas, en un suceso que el pasado viernes causó la muerte de un oficial y dejó heridos a otros siete agentes.
El Ministerio de Gobierno (Interior) también los ha acusado por el delito de sedición, bajo el argumento de que en la zona en conflicto opera un grupo de delincuentes que utiliza "armas de guerra" para emboscar a las fuerzas de seguridad.
Antes de su detención, Gutiérrez aseguró que no estuvo en el lugar del suceso cuando ocurrió y, por el contrario, denunció supuestos abusos cometidos por las fuerzas de erradicación en las comunidades productoras de coca.
El sector al que representada Gutiérrez está enfrentado al Gobierno desde 2017, cuando una ley subió la superficie de cultivos legales de la planta de 12.000 a 22.000 hectáreas y dispuso la legalización de plantaciones en otra zona del país.
La hoja de coca en Bolivia tiene usos medicinales y tradicionales, pero una parte de la producción se desvía al narcotráfico para fabricar cocaína.
(Con información de EFE)
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