Al menos 120 presos políticos iniciaron este jueves una huelga de hambre indefinida en la cárcel La Modelo, la más grande de Nicaragua, con el objetivo de lograr su libertad, informó la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
"Los reos políticos del sistema penitenciario La Modelo, los cuales vivimos bajo constantes amenazas, sin ningún miedo iniciaremos desde este mismo momento una huelga de hambre indefinida, hasta obtener nuestra justa liberación, sin importar las consecuencias", expresaron los presos en una carta.
Agradecieron el apoyo recibido por los reos comunes y pidieron a los nicaragüenses "intensificar" las protestas en las calles, "sin ningún miedo a este régimen opresor, asesino, violador de los derechos humanos, el cual no tiene ningún respeto por la ley ni por el pueblo nicaragüense".
Las protestas contra el régimen sandinista comenzaron el pasado 18 de abril debido a una reforma a la seguridad social que terminó siendo anulada por el gobierno de Ortega en un intento fallido por contener la crisis, que deja ya centenares de muertos y de detenidos.
La misiva de los "presos políticos", escrita a mano, fue leída por el secretario ejecutivo de la CPDH, Marcos Carmona, quien se negó a detallar cómo obtuvo el documento, puesto que los reos tienen meses o semanas de no tener contacto directo con abogados ni familiares.
Los detenidos aprovecharon para mostrar su "repudio total" a la "condena injusta", contra los jóvenes afrodescendientes Brandon Lovo y Glen Slate, inculpados por el asesinato del periodista Ángel Gahona, quien según los testigos, vecinos y familiares, murió a manos "de un policía antimotín".
"Por órdenes del Gobierno de Nicaragua han sido culpados por un crimen que no cometieron, el Gobierno ha demostrado ser descaradamente corrupto junto a la Corte Suprema de Justicia y los jueces que se atreven a destruir la vida del pueblo sin importarles nada", sostuvieron los presos políticos en su misiva.
En la misma carta exigieron la entrada a La Modelo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), y de sus abogados defensores.
La ACNUDH y la CIDH han responsabilizado al régimen de Nicaragua por "detenciones arbitrarias o ilegales con carácter generalizado", así como de "desapariciones forzadas" y "uso desproporcionado de la fuerzas por parte de la Policía, que a veces se tradujo en ejecuciones extrajudiciales".
A eso agregan la "criminalización y persecución de todas aquellas personas que participaron en las protestas o que son de alguna forma percibidas como opositores al gobierno".
El presidente Ortega rechaza las denuncias de los organismos humanitarios locales e internacionales y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado el cual ya fue aplastado, según el Gobierno.
Nicaragua atraviesa una crisis que ha dejado entre 300 y 448 muertos, según los organismo humanitarios, mientras el Gobierno reconoce 198.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por las reformas de la seguridad social y se convirtieron en la exigencia de que renuncie el mandatario, después de 11 años en el poder, entre acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Con información de EFE
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