En las galerías, o túneles angostos ubicados mediante el uso de pequeños robots diseñados por ingenieros de la Universidad de Stanford, se encontraron fragmentos de cerámicos, utensilios y restos de esqueletos humanos, dijeron los expertos del centro arqueológico ubicado a 3.200 metros sobre el nivel del mar.
Chavín de Huántar es un templo donde se han identificado hasta 35 túneles o pasadizos bajo tierra que se comunican entre sí, construidos entre los 1.200 y 200 años antes de Cristo en la falda de la cordillera de los Andes en la región de Áncash.
“La trascendencia de estos descubrimientos se fundamenta en que estas galerías corresponden a núcleos o contextos arqueológicos cerrados, es decir, han permanecido cerrados o fueron cerrados durante la misma época Chavín y permanecieron en ese estado por más de 2 milenios”, afirmó el viceministro del ministerio de Cultura, Luis Felipe Villacorta.
Para el descubrimiento de las galerías subterráneas en los últimos meses fueron utilizados pequeños vehículos todo terreno de cuatro ruedas provistos de microcámaras y sistema de iluminación, dirigidos por control remoto, dijo el funcionario.
Uno de los misterios son los restos de tres cuerpos descubiertos en una de las galerías; y que se cree podrían ser sacrificios porque uno de ellos estaba boca abajo, dijo un arqueólogo.
"Tenemos al menos tres personas en una de las galerías, siendo un niño, un niño pequeño, un adolescente y éste individuo que es un varón joven, probablemente en el rango de 20 a 30 años de edad", expresó el director del programa de investigación y arqueólogo estadounidense John Rick, de la Universidad de Stanford, señalando uno de los restos encontrados.
Chavín de Huántar, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985, fue inspiración de las fuerzas de seguridad de Perú para construir una red de túneles y rescatar a 72 rehenes del grupo rebelde Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en la casa del embajador de Japón en Lima en 1997.
Con información de Reuters
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