En medio de la crisis, vuelven a Nicaragua las invasiones de tierras como en los años de la revolución sandinista

Algunos invasores han levantado banderas del frente gobernante en las propiedades tomadas. Muchas de las tierras son altamente productivas

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Tierras tomadas en el sector de Sabana Grande, en Managua. Los ocupantes han instalado banderas del gobernante Frente Sandinista
Tierras tomadas en el sector de Sabana Grande, en Managua. Los ocupantes han instalado banderas del gobernante Frente Sandinista

A las 8.30 de la mañana del 18 de junio Griselda Quintanilla, trabajadora administrativa de Inversiones San Miguel, dedicada al procesamiento de alimentos para camarón, una inversión de capital chileno, recibió una llamada. Le avisaban que unas 200 personas habían invadido la propiedad donde está la empresa.

Quintanilla recuerda que tras el aviso se dirigió junto con otros trabajadores a la fábrica, que operaba desde el año 2000 en El Viejo, Chinandega, encontrándose con los desconocidos que habían invadido el sitio y amenazado a los vigilantes.

"Nos dijeron que ya nosotros no teníamos nada, que todo eso les pertenecía y empezaron a desbaratarla con machetes, con mazos", relata Quintanilla.

Hasta la fecha la propiedad sigue ocupada. Las bodegas han sido usadas como casas por los invasores y la fábrica donde estaba instalada la maquinaria para procesar alimentos fue desmantelada. Hasta parte del techo le han quitado. "Ahí no hay rastros de que había una fábrica, arrancaron todo, lo vendieron a chatarreras", dice Quintanilla a Infobae.

En nueve departamentos de Nicaragua se han registrado invasiones ilegales de propiedades, en su mayoría agrícolas y pecuarias. La Unión de Productores de Nicaragua (Upanic) calcula en 6.443 la cantidad de manzanas que han sido tomadas a sus agremiados. Los tomatierra ya han dividido las propiedades en parcelas, han levantado censos y en algunas han ubicado banderas del gobernante Frente Sandinista.

La situación hace recordar un fantasma ya olvidado en este país: el de las confiscaciones y expropiaciones de los años 80, durante el primer gobierno sandinista, que sumaron alrededor de 28.000 propiedades a nacionales y extranjeros, y que hasta 2013 habían costado al estado de Nicaragua 1.300 millones de dólares en indemnizaciones.

Las invasiones empezaron a darse en mayo, casi un mes después de iniciada la crisis sociopolítica que en Nicaragua ha provocado más de 300 muertos y más de 2000 heridos, y daños severos a la economía.

La situación salió a luz tras las denuncias de Upanic, que reportó en principio invasiones en 10 propiedades de sus agremiados, entre ellos su presidente Michael Healy, también miembro de la Alianza Cívica por la Democracia y la Justicia, y quien públicamente ha increpado al Gobierno y solicitado la renuncia del presidente Daniel Ortega. A Healy y a su mamá, una ciudadana estadounidense, les han ocupado a la fuerza tres propiedades productivas.

Upanic calcula en 16,4 millones de dólares las pérdidas por las invasiones a sus agremiados debido a la destrucción de cultivos, explotación o comercialización ilegal, daños parciales o destrucción total de las infraestructuras y por el financiamiento recibido sin ejecutar y con obligaciones de pago. En algunos casos en las propiedades ya han perforado zanjas para que los invasores instalen agua potable y energía eléctrica

Según Juan Munguía, director técnico de Upanic, además del perjuicio ocasionado por la invasión a las propiedades privadas, también está el daño provocado a las instalaciones. En el caso de los productores el daño es grande porque muchos "tenían las bodegas con insumos para todo el ciclo agrícola y todas esas bodegas han sido saqueadas".

"Nos reportaron una finca de aguacates de 40 manzanas con toda la producción ya lista y se calcula en unos 20.000 dólares (el costo de las afectaciones) solo en esa área", precisa Munguía. A esos daños se les suman los de infraestructura, motores de riego, bodegas, maquinaria y tractores. "Todo eso es un daño considerable", agrega.

La invasión a un proyecto premiado

Los afectados no solo son nicaragüenses, hay inversionistas mexicanos, estadounidenses, sudamericanos y europeos. Están invadidas propiedades frutales, forestales, industriales y otras donde se iba a construir proyectos habitacionales. Hasta la fecha solo Upanic ha realizado un recuento de los daños.

Las propiedades agrícolas ocupadas son altamente productivas, sobre todo las ubicadas en Rivas y Chinandega. Entre estas se cuenta una parcela demostrativa de cultivo de maracuyá, una inversión de capital suizo: Chinandega Maracuyá Company (Chimaco S.A.), que pretendía procesar jugos y concentrados de esa fruta, y también puré de banano y pulpa de guayaba, para luego exportarlas a Estados Unidos y Europa.

La mitad de las tierras invadidas son de uso agrícola.
La mitad de las tierras invadidas son de uso agrícola.

Una semana antes de que explotara la crisis en Nicaragua, el 9 de abril, la agencia estatal promotora de inversiones, ProNicaragua, informó que el Gobierno había sido reconocido en la Reunión Anual de Inversiones (Annual Investment Meeting) en Dubái "por haber promovido y apoyado en su establecimiento al proyecto de Inversión Extranjera Directa (IED) más innovador en América Latina y el Caribe, después de Santa Lucía".

"Durante esta ceremonia anual se premia a las inversiones más destacadas que han sido atraídas por los países. Por parte de Nicaragua se nominó al proyecto de la empresa suiza Chimaco, la cual fue recientemente inaugurada por el general Álvaro Baltodano, ministro-delegado presidencial para las inversiones", informó ProNicaragua en una nota de prensa.

La propiedad en la que se encuentra el proyecto, en el que estaba previsto una inversión de 7,3 millones de dólares, fue invadida por civiles armados.
En su edición impresa del 31 de julio El Nuevo Diario publicó, citando al representante legal del proyecto, Juan Fernando Ramírez, que el día de la ocupación, el 28 de ese mes, "llegaron tres camionetas y un camión lleno de encapuchados armados, desalojaron a cuatro cuidadores de la propiedad, al guarda del proyecto, y se tomaron las oficinas y bodegas".

En el caso de Inversiones San Miguel S.A., que empleaba a 50 personas, se pudo observar en videos a familias enteras, con niños incluso, que construyeron pequeñas champas y revisaron hasta la última pulgada del sitio buscando qué llevarse, desde cascos hasta maquinaria.

En Managua, en el sector rural Sabana Grande, han sido ocupados terrenos donde ondea la bandera del Frente Sandinista y a la orilla de la carretera entre esta ciudad y León, en los Brasiles, se han instalado personas que colocaron mantas con mensajes a favor del presidente Daniel Ortega. "Daniel Ortega, tu pueblo te respalda. El comandante se queda", escribieron en una manta cuya foto fue publicada por La Prensa.

Explicaciones

Para el exprocurador Alberto Novoa esta situación tiene varias explicaciones. "A simple vista observo que cuando se da la fractura de la alianza del gobierno con el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) dio como resultado que el gobierno no protegiera a sus antiguos aliados y más aún a aquellos que han sido críticos. No podemos olvidar también que en esta crisis, la pobreza que estaba escondida o el gobierno trataba de paliar con programas sociales, salió a flote, y hay otra situación que es la mala educación, mala educación entre comillas. Sectores populares que encuentran una manera de vivir al ocupar terrenos para luego venderlos".

Novoa considera que esto provocará que se aleje aún más la inversión. "La imagen no solo está dañada por la toma de propiedades sino en su conjunto, integralmente, por la falta de seguridad no solo jurídica sino física, falta de seguridad material que tenemos todos. La imagen país está deteriorada en todos sus aspectos, tanto institucional como económico, de propiedad, etcétera".

En la mayoría de invasiones de tierras los civiles han ingresado armados.
En la mayoría de invasiones de tierras los civiles han ingresado armados.

La Cámara de Comercio Americana Nicaragüense (AmCham) emitió un comunicado el pasado 1 de agosto en el que solicita al Estado de Nicaragua que "tome las medidas necesarias a fin de que las tierras invadidas sean restituidas a sus propietarios y que frene nuevas invasiones, las cuales vulneran el derecho de la propiedad privada consignada en la Constitución Política de Nicaragua".

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consideró como una "nueva modalidad de represión" la toma de tierras por parte de grupos organizados que ingresan a invadir propiedad privada como una forma de intimidación.

Afectada la agroindustria

Datos de Upanic revelan que el 59% de las propiedades afectadas a sus miembros, de en total de 6,443, son de uso agrícola. En su mayoría hay cultivos de caña de azúcar y de maní.

El 30% del total es de uso pecuario, 4% para uso de vivienda, 5% para uso forestal y 2% para otras actividades, entre ellas la minería, sector industrial y extracción de hormigón. La mitad de las invasiones se han registrado en Chinandega. Otros departamentos afectados son Managua, León y Rivas.

"Las invasiones se han presentado con agresiones físicas, intimidación y robo. En algunos casos los legítimos dueños son víctimas de persecución y amenazas de muerte", sostiene Upanic.

El domingo pasado se informó de la invasión de una propiedad de la Universidad Centroamericana (UCA), casa de estudio privada que recibe subvención del Estado. De acuerdo con información de La Prensa, la propiedad de la UCA fue invadida por casi 20 horas y los tomatierra armados desalojaron cuando llegó la Policía.

Según Upanic, sus agremiados han podido recuperar 4 propiedades, lo que representa 2.299 manzanas, aparte de las 5.705 ya reportadas. Los dueños de las tierras "dialogaron y se pusieron de acuerdo con los ocupantes", dijo Juan Munguía.

En todos los casos, excepto el de la UCA, la Policía no ha actuado alegando que se encuentra acuartelada.

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