Más violencia en Nicaragua: periodistas golpeados, detenidos y amenazados por las fuerzas de Daniel Ortega

El último caso de agresión ocurrió en Granada. Roberto Collado fue golpeado por parapolicías y luego estuvo detenido en una estación policial. Infobae recogió el testimonio de los agredidos

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Periodistas marcharon este viernes en Managua reclamando por el fin de los ataques a la prensa
Periodistas marcharon este viernes en Managua reclamando por el fin de los ataques a la prensa

El primer periodista agredido fue Julio López. Ocurrió hace 109 días, justo cuando iniciaron las protestas. Hasta hoy no recuerda qué ocurrió esa tarde debido a los golpes que le propinaron en la cabeza mientras realizaba una transmisión en vivo. No ha sido el único agredido o amenazado en Nicaragua durante las coberturas de las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega.

Roberto Collado, corresponsal en Granada del Canal 10, el de mayor audiencia en Nicaragua, se sumó recientemente a la lista de periodistas que han sufrido agresiones durante las coberturas. Fue golpeado por parapolicías mientras cubría una marcha antigubernamental y luego permaneció desaparecido durante tres horas.

"Al parecer fue dirigido porque entre la cantidad de personas que estaban solo a mí me agarraron y me golpearon", relató a Infobae. "Desde un inicio me identifiqué y les dije que era periodista, pero al decirles eso les llenó mas de enojo".

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó en su más reciente comunicado, emitido el 2 de agosto, sobre la situación que atravesó Collado y la importancia de la labor que ejercen los periodistas que cubren las manifestaciones, e insistió al Estado en que "debe otorgarles el máximo grado de garantías para que cumplan su función".

Roberto Collado fue golpeados por grupos de choque oficialistas y luego estuvo 3 horas desaparecido
Roberto Collado fue golpeados por grupos de choque oficialistas y luego estuvo 3 horas desaparecido

"Este deber no se limita a otorgar medidas concretas de protección para los comunicadores; incluye también la obligación de crear las condiciones necesarias para mitigar el riesgo del ejercicio de la profesión en esas situaciones. En relación con ello, el Relator Especial para la Libertad de Expresión, Edison Lanza, recuerda que 'los periodistas que cubren protestas cumplen un rol fundamental al reportar sobre la actuación del Estado y de la fuerza pública ante las manifestaciones, previniendo el uso desproporcionado de la fuerza y el abuso de autoridad'", indicó la CIDH.

Debido a la situación de los reporteros, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) ha solicitado medidas cautelares a los equipos de 100% Noticias, Canal 10 y Canal 12. Al menos 15 periodistas, fotógrafos y camarógrafos de distintos medios, tanto escritos como radiales y televisivos, han denunciado agresiones en su contra en el Cenidh.

"Desde el primer día de protestas los periodistas fueron atacados. El periodismo ha sido atacado en general", sostuvo Gonzalo Carrión, del Cenidh.

El caso más extremo fue el de Ángel Gahona, periodista costeño asesinado el 21 de abril mientras realizaba una cobertura en vivo.

Amenazas

Sergio León, periodista de Bluefields, en la Región Autónoma del Caribe Sur, director de la radio La Costeñísima, denunció esta semana amenazas de muerte contra él y sus hijos.

"Se ha pretendido infructuosamente ligarnos con hechos violentos ocurridos en la ciudad de Bluefields durante las protestas civiles registradas desde el pasado mes de abril", dijo León.

El periodista detalló que han intentado presionar a personas para aseguren que sus hijos han estado involucrados en acciones violentas.

"Estas amenazas anónimas aseguran que Sergio León es 'golpista' y 'terrorista'. Radio La Costeñísima y quienes laboramos en ella hemos reportado profesionalmente sobre los eventos ocurridos en estos pasados 100 días de protestas. Nada más", agregó.

Sergio León, director de una radio de Bluefields, recibió amenazas de muerte contra él y sus hijos
Sergio León, director de una radio de Bluefields, recibió amenazas de muerte contra él y sus hijos

La Fundación Violeta Barrios de Chamorro, que trabaja para la defensa y consolidación de la libertad de expresión e información, emitió el 28 de junio un comunicado en el que denunciaba el asedio a medios de comunicación y periodistas y detallaba las agresiones sufridas hasta esa fecha.

Indicó, por ejemplo, que el 19 de junio, "mientras cubrían el violento ataque de policías y paramilitares contra el tranque en la rotonda de Ticuantepe, los equipos periodísticos de 100% Noticias y Canal 12 fueron encañonados con AK, amenazados de muerte y despojados de sus equipos de prensa y pertenencias personales".

"Esa misma mañana el equipo de La Prensa tuvo que buscar refugio en una casa luego de que milagrosamente escaparon ilesos de disparos realizados por las mismas fuerzas apañadas por el gobierno", denunció entonces la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.

Entre las agresiones a los medios se incluyeron los incendios en las radios oficialistas la Nueva Radio Ya y Radio Nicaragua.

"Periodistas y miembros del equipo de trabajo de medios de comunicación independientes han sido asediados y amenazados de muerte en sus casas de habitación y por medio de perfiles falsos en las redes sociales, entre ellos: La Prensa, Confidencial, Radio Universidad, Radio Camoapa, Corporación, Artículo 66, Canal 10, entre otros", denunció la Fundación.

Para Gonzalo Carrión, del Cenidh, nunca como en estos últimos tres meses y medio el ejercicio de la labor periodística se ha realizado en un contexto de peligro.

El caso de Roberto Collado, del canal 10, confirma esta aseveración. Después de ser golpeado por parapolicías encapuchados, fue llevado a la estación policial de Granada, donde fue interrogado.

"Todo el tiempo que estuve detenido, estuve sin celular. A eso de las 9 (de la noche) llegó un investigador y me levantó una denuncia, me dio una orden para ir al Instituto de Medicina Legal (IML)".

Antes de la agresión, que le provocó heridas en la cabeza y fracturas en los dedos de una mano, Collado no había recibido una amenaza directa, pero algunas personas le habían aconsejado que tuviera cuidado.

"Quiero hacerle un llamado a todas las personas, instituciones, que tengan un respeto a la prensa, estamos haciendo nuestro trabajo con respeto. Estos atropellos deberían hacer que se pongan la mano en la conciencia y dejar que ejerzamos nuestra labor", dijo.

Otro colega del mismo medio, Francisco Espinoza, tiene orden de arresto y en la actualidad se encuentra escondido.

Tras las amenazas recibidas, Sergio León, de radio La Costeñísima, ha insistido en que seguirán informando.

"Nuestra misión es reportar noticias. No somos conspiradores. No buscamos el ascenso o caída de este u otro gobierno. Buscamos que las comunidades costeñas estén informadas de lo qué pasa. Esto es algo que disgusta a algunos, cuyo único argumento es la amenaza y un arma que amenaza ser disparada desde el anonimato", dijo León.

La CIDH advirtió en su comunicado del 2 de agosto que tras "el levantamiento de tranques en diferentes lugares del país, mediante el uso de la fuerza, las autoridades habrían realizado numerosas detenciones arbitrarias, efectuadas con violencia por grupos encapuchados y armados, que habrían mantenido personas retenidas contra su voluntad".

Esta semana los periodistas han realizado dos plantones para exigir el cese del hostigamiento y las agresiones. "No se mata la verdad matando periodistas", han insistido. La frase resuena desde el asesinato de Ángel Gahona, aún impune.

Julio López, el primer periodista agredido el 18 de abril, cuando iniciaron los protestas, ha visitado dos neurólogos para constatar que los tubazos recibidos en la cabeza por grupos de choque progobierno, no provocarán efectos a largo plazo. De momento su situación médica está bien, pero es muy probable que nunca recuerde qué pasó ese día.

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