El jefe del régimen de Nicaragua, Daniel Ortega, negó las matanzas en el país que gobierna con mano de hierro y descartó adelantar las elecciones, pese a las criticas y pedidos internacionales.
Durante una entrevista con la cadena norteamericana Fox News, el presidente nicaragüense opinó, incluso, que en el país se está llevando a cabo "una normalización" de la situación en medio de las protestas, pese a los más de 350 muertos que se han registrado en estos tres meses y medio de manifestaciones.
"Ninguna de las manifestaciones pacíficas han sido atacadas (…) Los choques han sido en horas de la noche", manifestó.
Por el contrario, acusó a los manifestantes opositores de llevar a cabo los actos de violencia y negó que los grupos paramilitares sean controlados por el régimen sandinista.
Los opositores "han lanzado ataques contra instituciones del Estado, contra familias sandinistas, y comenzaron a bloquear todo el país", indicó Ortega. "Aprovechan cualquier situación para lanzar ataques", agregó.
Sobre los brutales grupos de choque armados, también los responsabilizó de la violencia que sacude al país, pero se desligó de cualquier responsabilidad al asegurar que no son controlados por su gobierno: "Algunos se financias del narcotráfico, otros de organismos, agencias…".
Consultado por los ataques contra el clero de la Iglesia católica, Ortega aseveró que en ningún momento sus fuerzas de seguridad agredieron a obispos y otro religiosos. "A la Iglesia se le proveen todo tipo de facilidades; ningún nicaragüense ha muerto en una iglesia", apuntó.
En medio de la entrevista, el periodista a cargo, Bret Baier, le mostró en vivo al jefe de Estado un tuit del obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, quien condenaba la violencia y represión del régimen. "El obispo tiene su forma de pensar y actuar, no es nuevo su discurso. Él no vivió en la época de la guerra. No es un sacerdote que pueda decir que ha sido agredido", respondió Ortega.
El pasado 9 de julio, los grupos paramilitares sandinistas asediaron al clero en la Basílica de San Sebastián, en la ciudad de Diriamba. Allí, Báez fue uno de los religiosos que resultó herido.
Monseñor Báez resultó herido tras los ataques de los grupos de choque
El mayor reclamo de los manifestantes en estos más de tres meses de protestas ha sido la salida del poder de Ortega y su mujer, la vicepresidente Rosario Murilla. Incluso la Conferencia Episcopal, y gran parte de la comunidad internacional, han exigido que se adelanten los comicios para el próximo año.
No obstante, el presidente nicaragüense rechazó rotundamente esa posibilidad: "Nuestro período electoral finaliza con las elecciones de 2021, cuando tendremos nuestras próximas elecciones".
"Ascender en las elecciones crearía inestabilidad, inseguridad y empeoraría las cosas", añadió.
Por último, Ortega le envió un mensaje al gobierno de Donald Trump, uno de los que más ha condenado la violencia y represión del régimen nicaragüense: "Somos un país pequeño con una economía frágil, pero merecemos respeto".
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