El chofer de la dueña de la "mansión swinger" detenida por el asesinato de su ex marido reveló nuevos detalles sobre el crimen que conmocionó a Punta del Este.
El hombre, un albañil de 25 años que llevó a los asesinos la noche del crimen, fue el primero en caer y en brindar a los investigadores la confesión que condujo a la detención de Lulukhy Moraes, de 38 años, que se encuentra en prisión preventiva.
Edwar Alexis Vaz Fascioli, de 45 años, fue asesinado con un disparo en la cabeza por dos sicarios el pasado 9 de julio, justo cuando estaba por presentar una demanda civil contra su ex esposa por 1,5 millón de dólares.
Lulukhy—hija de un hombre poderoso que se presenta como "príncipe internacional de los gitanos" y apodada también "Lulu" o "La Gitana"— fue imputada y arrestada días más tarde, tras la captura del conductor. En el ex exclusivo barrio Beverly Hills de Punta del Este era conocida por organizar fiestas swingers en su lujosa mansión, que bautizó Gypsy Queen ("la reina gitana").
Según dijo la acusada, ella ejecutaba las ordenes de su ex marido, "que dirigía todo" y "manejaba toda la plata".
Un plan fríamente calculado
En su declaración, el chofer dijo que había sido convocado por Lulukhy el día antes del crimen, con la excusa de instalar unas baldosas. Cuando la pareja de la mujer salió de la casa para hacer las compras, ella aprovechó para encargarle la tarea.
"Me pidió que el lunes no le falle. Que venían dos muchachos de Montevideo para darle un susto a su ex marido", afirmó, según reportó el diario uruguayo El País.
La propuesta no habría sorprendido demasiado al hombre porque, según declaró a los investigadores, escuchaba las conversaciones que Lulukhy mantenía con Vaz –con quien estuvo casada entre 1997 y 2016–, y que eso le permitía concluir que su jefa tenía "un mal vínculo con su ex esposo".
Tras se convocado, la acusada le dio las indicaciones sobre el lugar en el que se encontrarían los sicarios y su aspecto: uno de ellos, le dijo, iba a estar vestido de saco negro. Ambos lo esperarían entre las paradas 41 y 42 de la Playa Mansa, a la entrada de Punta del Este. Según varios medios, ese lugar es conocido en Punta del Este por no tener iluminación.
El chofer, según el plan, debía llevarlos a la casa de Vaz, esperarlos y llevarlos de vuelta al punto de partida. Los videos de las cámaras de seguridad permitieron reconstruir todo el recorrido del automóvil, un Volkswagen Gol. En algunas imágenes se ve al chofer conduciendo solo y en otras acompañado de dos personas.
Cuando llegaron a la casa de la víctima, en Avenida Lavalleja y la calle Solís, los dos hombres se bajaron del auto y se dirigieron frente al edificio donde vivía Vaz. Subieron unas escaleras y tocaron el timbre del profesor de inglés.
Según El Observador, los sicarios y la víctima intercambiaron pocas palabras. Uno de ellos se hizo pasar por el novio de una amiga de la hija del docente, lo que permitió que el hombre abriera la puerta y los atendiera en la vereda. Instantes después, se oyó el disparo que mató al hombre.
Luego los sicarios se subieron al auto y huyeron del lugar. Aún siguen prófugos.
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