Crisis en Nicaragua: multitudinaria cadena humana para pedir la renuncia de Daniel Ortega

La brutal represión del régimen en el país centroamericano dejó 309 muertos, 288 identificados, y más de 1.500 heridos. Por otra parte, el hermano del mandatario, en una carta pública, pidió un adelanto de las elecciones de 2021 a 2019 y desactivar a los grupos armados ilegales

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Una mujer en las calles
Una mujer en las calles de Managua durante las protestas de este miércoles. (Reuters)

Miles de nicaragüenses formaron este miércoles una cadena humana sobre una concurrida avenida de Managua, para exigir la salida del poder del presidente Daniel Ortega y el cese de la violencia que deja más de 220 muertos en 75 días de protestas.

Con banderas de Nicaragua -blanca y azul-, los manifestantes se apostaron en la vía entre las rotondas Rubén Darío y la Jean Paul Genie, separadas por 3,5 km. Muchos eran empleados de negocios situados a lo largo de la carretera que conduce a la ciudad de Masaya (sur).

"El pueblo se ha levantado y le decimos a Ortega que se vaya, que renuncie, el pueblo no le tiene miedo", dijo un joven de 27 años, con una bandera en su mano.

Los manifestantes acusan a Ortega y a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo de desatar una feroz represión contra las protestas y de instaurar el nepotismo y una dictadura en Nicaragua.

En una carta pública, el hermano del presidente y ex jefe del ejército de Nicaragua, general retirado Humberto Ortega, le pidió aceptar un adelanto de las elecciones de 2021 a 2019, y desactivar a los grupos armados ilegales.

Manifestantes en la calles de
Manifestantes en la calles de Managua piden la renuncia de Ortega. (REUTERS/Jorge Cabrera)

"Adelantar constitucionalmente las elecciones para el año entrante dice sí a la paz", subrayó Huberto Ortega en la misiva, que envió a la mesa de diálogo que, bajo mediación de la Iglesia católica, siguen el gobierno y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.

El diálogo está estancado porque Ortega, cuyo tercer periodo consecutivo concluye en enero de 2022, aún no responde a esa propuesta que le hizo la Iglesia hace un mes sobre el adelanto de comicios.

En otro punto de la capital, cientos de simpatizantes del gobierno, en su mayoría empleados púbicos, realizaron una caminata "roja y negra", colores del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que terminó con un concierto en la Avenida Bolívar.

"Ni un paso atrás", "se queda, el comandante (Ortega) se queda", coreaban los sandinistas a manera de respuesta al llamado de los opositores.

La violencia no cesa en Nicaragua. Las fuerzas policiales y grupos armados ilegales continúan desmontando barricadas de adoquines levantadas por los manifestantes.

Manifestantes en la calles de
Manifestantes en la calles de la capital de Nicaragua. (REUTERS/Oswaldo Rivas)

En La Trinidad, en el norteño departamento de Estelí, 125 km al norte de Managua, policías y paramilitares mantuvieron por muchas horas bajo asedio la parroquia, donde unos 50 fieles se refugiaron desde que fuerzas el gobierno incursionaron el martes, con saldo de al menos un muerto.

La policía tiene el control del municipio. "Los antimotines andan patrullando las calles, la ciudad ha regresado poco a poco a la normalidad, pero hay mucha zozobra", dijo el sacerdote Eugenio Rodríguez, desde Estelí.

"Hay una cacería de manifestantes desde ayer (martes) en La Trinidad por parte de policías y paramilitares", denunció por teléfono Meyling Gutiérrez, del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) en Estelí.

En la rebelde ciudad de Masaya, 30 km al sur de Managua, la vivienda del dirigente estudiantil de las protestas, Yubrank Suazo, fue quemada la madrugada de este miércoles.

La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) registra 309 muertos -288 identificados-, mientras que el Cenidh y la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) reportan unos 220 fallecidos y una docena más en verificación.

Además, más de 1.500 personas han resultado heridas y unos 500 fueron detenidos -muchos ya liberados-, según los grupos de derechos humanos.

Ortega, exguerrillero sandinista de 72 años, estuvo en el poder por una década luego de que una insurrección popular derrocó al dictador Anastasio Somoza en 1979, y desde 2007 ha sido reelegido presidente por tres períodos consecutivos.

Con información de AFP

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