Nicaragüenses huyen de la crisis: explotan las solicitudes de refugio en Costa Rica

Las solicitudes de refugio de nicaragüenses en Costa Rica pasaron de 84 en mayo a 2.619 en junio, revelan datos de la Dirección de Migración y Extranjería de ese país. La crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua desde mediados de abril, que ha provocado más de 250 muertos y millonarias pérdidas económicas, ha ocasionado el aumento en la cantidad de personas que piden el estatus de refugiado en San José.

Daguer Hernández, director interino de la Dirección de Migración y Extranjería de Costa Rica, precisó a Infobae que del total de solicitudes para acceder al estatus de refugiado que han recibido, el 90% provienen de nicaragüenses. Advirtió, sin embargo, que muchas de las personas podrían no ser candidatas a conseguirlo debido a que residen en ese país desde hace tiempo.

El funcionario costarricense agregó que entre los nicas que se han acercado a las oficinas de esa dependencia en San José "hay personas que sí requieren la condición de refugio, pero en su mayoría las personas que nos están solicitando refugio no están siendo perseguidas, ya vivían en Costa Rica".

Costa Rica es el primer país de destino de los migrantes nicaragüenses. Se calcula que al menos medio millón de nicas viven en ese país. Del total de remesas que ingresaron a Nicaragua en 2017, 1.390 millones de dólares, el 20%, provino de ese país.

Para conseguir el estatus de refugiado la persona debe tener temor porque es perseguido "por motivos de raza, religión, género, de pertenencia a determinado grupo social o por opiniones políticas", explica Hernández. "Tiene que encontrarse fuera de su país y que no pueda regresar a su país de origen, en este caso que haya ingresado a Costa Rica por esos fundados temores, de persecución".
Preparándose para el éxodo

En las últimas tres semanas las oficinas de la Dirección de Migración y Extranjería en Managua, la capital de Nicaragua, han lucido abarrotadas de personas que tramitan sus pasaportes. Sobresalen los padres y madres que gestionan el documento para sus hijos e hijas.

No obstante, aún no se registra un incremento en los ingresos de nicaragüenses a Costa Rica. "El movimiento en la frontera con Nicaragua incluso ha bajado, ha bajado la cantidad de gente que cruza por los puestos fronterizos", sostiene Hernández.

De acuerdo con información de la embajada de Costa Rica en Nicaragua, en el consulado de la capital ha habido un leve incremento en la solicitud de citas para gestionar la visa de ingreso.

"Actualmente se están recibiendo 450 solicitudes de visa diarias en Managua", informó Jonathan Guzmán Obando, segundo secretario de la embajada a Infobae. Aunque la cantidad de solicitudes no ha variado, sí ha variado "la velocidad con la que se llenan las citas". Usualmente una persona esperaba 1 o 2 días para obtener la cita, ahora esa espera pasó a 8 días o más.

Nunca visto

Petra Castañeda esa abogada y trabaja desde hace 13 años en las afueras de las oficinas centrales de Migración y Extranjería ubicadas en Managua elaborando documentos notariados.

Lo visto en las últimas tres semanas solo puede ser calificado como inusual, comenta Castañeda a Infobae. "Nunca había visto estas filas, sí ha habido temporadas buenas, pero nunca así, hay personas que dormían acá o venían a la 1 de la madrugada para estar de primero en la fila", relata.

"Lo más que hemos estado haciendo son permisos de salida para menores de edad y permisos notariales por pérdida de pasaportes", precisa. En cada día de las últimas tres semanas, donde extraoficialmente esa dependencia podía atender a unas 5.000 personas a diario, Petra Castañeda elaboró unos 40 permisos de salida para menores de edad. "Usualmente en un día normal no hacía ni uno o hacía máximo 5", compara.

Cuando le consultaba a los clientes los motivos por los que tramitaba el pasaporte de su hijo o hija menor de edad "nos decían que por el peligro que corrían los jóvenes".

Margarita Pineda es gestora y coincide con Petra. "No habíamos visto esas grandes filas. En diciembre y enero hay filas pero nunca como hubo estos días, la fila era de hasta tres cuadras, desde las 8 de la noche la gente estaba haciendo fila y a las 5 de la mañana ya estaba súper larga". Muchos pobladores de barrios cercanos a esta dependencia encontraron un buen negocio en la demanda de los usuarios. Algunos dormían en las afueras de la institución para luego vender su puesto como mínimo en 500 córdobas, unos 16 dólares, y como máximo en el doble.

Esta semana la afluencia de personas ha disminuido en la sede central de Migración, no así en las dos sucursales que están ubicadas en centros comerciales.

José Enrique Hernández, 33 años, padre de tres niños, llegó este jueves a las 8 a la sede central y pudo ser atendido dos horas después. Ocho días atrás había llegado al mismo sitio y ni intentó hacer la fila porque era de más de dos cuadras.

Él gestionó la renovación de su pasaporte porque pretende viajar a Panamá, aunque aún no está del todo decidido sobre el destino. "Hace ocho meses me vine de Panamá para estar con mi familia, tenía dos años de estar allá, pero con esta situación toca irse de nuevo", expresa mientras espera ser atendido.

Es oriundo de Masatepe, una ciudad de artesanos, y trabaja en una mueblería que distribuye su producto en todo el país. Las ventas, como en todos lados, están malas, cuenta José Enrique.

Otro joven que tramitó su pasaporte el jueves declaró que saldrá del país debido a que estuvo involucrado en las protestas estudiantiles y teme por su vida. Tiene previsto viajar a España. Una mujer, que recientemente perdió su trabajo en un laboratorio, llegó a tramitar el pasaporte de su hijo de 17 años, y relató que decidió que el joven se vaya porque "me da miedo que le pase algo".

De acuerdo con el más reciente análisis de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), si la crisis se extiende hasta finales de julio las pérdidas en valor agregado serán de 637,9 millones de dólares y la economía se contraerá 0,03 respecto a 2017.

Según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) desde el 18 de abril y hasta el 26 de junio ha habido 285 asesinatos, más de 1.500 heridos y al menos 156 desaparecidos.

Esta semana se instaló en Nicaragua el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), integrado por miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y una misión de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU.

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