El secretario general de la OEA, Luis Almagro, informó este viernes que ha propuesto al Ejecutivo nicaragüense la celebración de comicios presidenciales y parlamentarios en un plazo mínimo de nueve meses y un máximo de 14, con el fin de superar la crisis sociopolítica que atraviesa este país centroamericano.
La propuesta de Almagro coincide en buena medida con el planteamiento que la Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora y testigo de un diálogo nacional, hizo al presidente Daniel Ortega el 7 de junio pasado de convocar a elecciones anticipadas para el 31 de marzo de 2019.
Estados Unidos también pidió este viernes al Gobierno de Ortega que convoque a elecciones "anticipadas y libres" para poner fin a la violencia que se ha cobrado 212 vidas en dos meses.
"En la política no tiene sentido prevalecer sobre la voluntad popular, es la voluntad popular la que debe prevalecer. Hay que hacerlo con elecciones, contando los votos. La respuesta debe ser pronto. El tiempo va en contra de Nicaragua, el paso del tiempo significa más represión, más violencia, más muerte", dijo Almagro en Washington.
En tanto, Estados Unidos exigió a Ortega que convoque elecciones anticipadas al considerar que esa es la única vía posible para salir de la situación actual, que comenzó con protestas el 18 de abril y ha desembocado en la crisis más sangrienta desde los años 80.
En declaraciones a un reducido grupo de periodistas, entre ellos Efe, el embajador estadounidense ante la OEA, Carlos Trujillo, rechazó especificar qué plazos baraja EEUU para la convocatoria de elecciones en Nicaragua, aunque expresó su deseo de que se celebren "lo antes posible".
Es la primera vez que Trujillo, que visitó recientemente el país centroamericano y se reunió con Ortega, pide la convocatoria de elecciones anticipadas en Nicaragua.
Representantes de la Secretaría General de la OEA y del Gobierno de Nicaragua están trabajando en una serie de reformas electorales, que prevén concluir en enero de 2019.
Las próximas elecciones presidenciales en Nicaragua están fijadas para el año 2021.
Tanto Almagro como Trujillo se refirieron a ese tema durante una sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó un informe sobre la situación de Nicaragua.
En su informe final, la CIDH señaló al Gobierno de Ortega como responsable de graves violaciones de derechos humanos, alertó de un "recrudecimiento de la violencia estatal" en las últimas semanas y avisó de un "patrón" de "uso excesivo y arbitrario de la fuerza letal de forma deliberada" por parte de la Policía Nacional, en colaboración con grupos paramilitares.
"La Comisión concluye que el Estado de Nicaragua violó los derechos a la vida, integridad personal, salud, libertad personal, reunión, libertad de expresión y acceso a la justicia", reza el informe.
Durante la sesión, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, rechazó el "parcial" y "subjetivo" informe de la CIDH, ya que cree que se engloba en los intentos por derrocar a Ortega, que gobernó el país entre 1979 y 1990 y fue reelegido en 2006, acumulando actualmente once años en el poder.
Moncada, sin embargo, guardó silencio sobre el planteamiento hecho por la OEA y Washington sobre adelantar las elecciones.
Al respecto, la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia anunció que el calendario de elecciones adelantadas en Nicaragua saldrá de la mesa de diálogo, y no necesariamente tiene que coincidir con la propuesta de la OEA.
Los miembros de la Alianza aceptaron que hacer elecciones en la fecha propuesta por la OEA podrían traducirse en muchas más muertes, y que si bien la renuncia inmediata de Ortega ahorraría tiempo y pondría fin a la violencia, reconocieron que esa posibilidad no es real en este momento, ya que el presidente no quiere dejar el poder.
La vicepresidenta del Gobierno, Rosario Murillo, afirmó por su parte que saldrán "fortalecido" de estos "tiempos de tribulación y dolor", sin referirse tampoco al planteamiento de la OEA.
Murillo también lanzó un aviso para quienes presuntamente intentan dar un golpe de Estado, aunque hasta ahora el Gobierno nicaragüense no ha identificado a la persona que estaría detrás de dicha conspiración.
"Hemos vivido tiempos de paz con los once años (de Gobierno de Ortega), que quisieron terminar el 18 de abril, pero no podrán", advirtió la primera dama.
En el diálogo está pendiente de discutir una hoja de ruta planteada por los obispos para solucionar la crisis, que incluye la celebración de elecciones el 31 de marzo de 2019, la renuncia de los miembros del Poder Electoral y una nueva ley de partidos políticos, entre otras medidas.
Nicaragua vive desde el 18 de abril unas protestas que acumulan 212 muertos y 1.337 heridos hasta el 19 de junio, según cifras de la CIDH.
Con información de EFE
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