En lo que se puede calificar como acciones desesperadas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo por tener el control de la ciudad de Managua, fuerzas paramilitares irrumpieron la madrugada de este sábado en la zona de la Universidad Nacional de Nicaragua y en barrios donde la población tiene levantadas barricadas igual que los estudiantes universitarios que exigen la salida del Gobierno.
Activistas reportaron dos estudiantes universitarios y un bebé asesinados entre al menos ocho personas muertas por el accionar del régimen, además de diez heridos y cuatro desaparecidos como resultados de los tiroteos en nueve barrios de Managua y en la zona universitaria la madrugada del sábado.
Todo parece indicar que el gobierno de Ortega-Murillo pretende intimidar a la sociedad capitalina para que no participe en la marcha de la sociedad civil anunciada para este sábado a la tarde en honor a los niños incinerados junto a sus padres en un barrio de Managua, a manos de fuerzas paramilitares.
La población capitalina se moviliza con sentimiento de miedo y terror en la ciudad, mientras la pareja presidencial ordena acciones encubiertas contra toda la población que se manifieste a favor de su salida del poder.
Este sábado sacerdotes nicaragüenses se integraron a la zona universitaria de Managua para acompañar indefinidamente a los estudiantes para que no continúen las acciones paramilitares en contra de los manifestantes.
Y el Episcopado de Nicaragua convocó para el próximo lunes el reinicio del diálogo nacional, en el que el gobierno de Daniel Ortega y una gran alianza cívica intentan hallar una salida a la crisis que en dos meses ha dejado al menos 212 muertos.
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