El primero de los barcos del gobierno italiano que acompaña al buque de rescate de migrantes Aquarius atracó a primera hora de la mañana del domingo en el puerto de Valencia, en el este de España.
El Dattilo, una embarcación de la Guardia Costera de Italia, llegó al puerto español poco antes de las 07:00 del domingo. Más tarde atracarán el Aquarius y otro barco de la marina italiana, el Orione.
El Aquarius y los dos buques de apoyo trasladan a un total de 630 migrantes que fueron rescatados la semana pasada cuando intentaban la peligrosa travesía entre África y Europa a través del Mar Mediterráneo.
La embarcación operada por la ONG SOS Mediterranee y Médicos Sin Fronteras quedó varada ante la costa de Sicilia el pasado sábado cuando las autoridades italianas le negaron la entrada a puerto remitiéndolo a Malta.
Malta tampoco admitió la llegada de la embarcación y España se ofreció a recibir a los migrantes, que entonces estaban a unos 1.500 kilómetros (930 millas) de suelo español.
Los migrantes fueron recibidos en el puerto por trabajadores de los servicios de emergencias, entre los que había médicos y psicólogos.
Las autoridades españolas dijeron que examinarán la situación de los migrantes caso por caso para ver si pueden optar al asilo según las regulaciones del país.
España concederá a estos migrantes una "autorización especial" para que puedan quedarse en el país durante un mes antes de "ser tratados de acuerdo con nuestras leyes sin excepción", dijo el ministro español de Fomento, José Luis Ábalos, el sábado.
El gobierno español "actuará con sensibilidad y al mismo tiempo con la legalidad, y con la advertencia a Europa de que falta una política migratoria a la altura", agregó Ábalos.
Los migrantes que van a bordo del Aquarius han tenido que pasar días cruzando el Mediterráneo y entre ellos hay 123 menores solos, 11 niños y al menos siete embarazadas, según las autoridades regionales en Valencia.
España aceptó la oferta del gobierno francés para llevar a su territorio a los migrantes que deseen ir allí una vez que se hayan cumplido los protocolos establecidos para su arribo.
La negativa de Malta e Italia a recibir al Aquarius derivó en un pleito entre los socios de la Unión Europea por la gestión migratoria.
Según las leyes de asilo comunitarias _ que están en el centro de una importante disputa política y están siendo revisadas _ los migrantes deben solicitar asilo en el primer país europeo al que lleguen. En la práctica, esta política ha supuesto una gran carga migratoria para Italia y Grecia, a dónde en los últimos años han llegado cientos de miles de solicitantes de asilo.
El nuevo gobierno socialista de España ha tomado la causa de los migrantes rechazados para demostrar su compromiso con la protección de los derechos humanos y el respeto a la ley internacional.
La llegada de la flota del Aquarius coincide con un incremento en los cruces de migrantes desde la costa africana al sur de España. El servicio de Salvamento Marítimo rescató a 986 personas que viajaban en 69 pequeñas embarcaciones en aguas del Estrecho de Gibraltar entre el viernes y el sábado. Las autoridades también recuperaron cuatro cadáveres.
Huyendo de conflictos violentos o pobreza extrema, miles de migrantes intentan cada año el peligroso viaje hacia Europa en precarias embarcaciones de traficantes.
Al menos 792 migrantes han fallecido tratando de cruzar el Mediterráneo en lo que va del año, de acuerdo con Naciones Unidas. En los cinco primeros meses de 2018, un total de 35.455 migrantes llegaron a costas europeas y 11.792 de ellos a España.
Con información de AP
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