Estados Unidos renovó sus exhortos para que el gobierno cubano determine el origen de los "ataques" contra diplomáticos estadounidenses en Cuba que han afectado la salud de una veintena de personas.
En una reunión con funcionarios cubanos en Washington, el Departamento de Estado dijo que ha vuelto a plantear el asunto, el cual ha provocado una fuerte reducción en el personal de la embajada en La Habana. Reiteró la "urgente necesidad de identificar la fuente de los ataques contra diplomáticos estadounidenses y garantizar que cesen".
"Asimismo reiteramos que mientras no tengamos seguridad para proveer de personal suficiente a nuestra embajada, no podremos brindar los servicios regulares de visado en La Habana", dijo la dependencia en un comunicado.
Otros dos diplomáticos que experimentaron síntomas similares en Cuba fueron evaluados por especialistas, revelaron funcionarios estadounidenses la semana pasada.
Cuba dijo en un comunicado que instó al gobierno estadounidense a "desistir de la continua manipulación política de los alegados casos de salud". También reclamó que elimine "la arbitraria 'alerta de viajes' que obstaculiza los intercambios científicos, académicos, culturales, religiosos y empresariales", así como las visitas de estadounidenses.
En tanto, Washington ha emitido alertas de salud a estadounidenses en China después que un empleado consular en Guangzhou informó de síntomas y sonidos extraños y fue trasladado a Estados Unidos. Un examen médico confirmó que el empleado "sufrió un incidente médico congruente con lo que otros funcionarios de gobierno estadounidenses experimentaron en La Habana, Cuba", dijo el departamento.
Los enfermos confirmados en Cuba exhiben diversos síntomas y diagnósticos que incluyen conmoción cerebral. Los ruidos y vibraciones inexplicables que acompañaron los síntomas crearon en los investigadores la sospecha inicial de que se trataba de un arma sónica, aunque un informe preliminar del FBI en enero dijo que no se habían descubierto pruebas de que ondas sonoras hubieran podido dañar la salud de los estadounidenses.
El departamento también expresó su preocupación el jueves por la "detención arbitraria de periodistas independientes y defensores de los derechos humanos en Cuba".
La parte estadounidense en las conversaciones fue encabezada por el subsecretario de Estado adjunto para asuntos del hemisferio occidental, John Creamer. La parte cubana fue encabezada por Carlos Fernández de Cossío, director general de la cancillería para asuntos estadounidenses.
Con información de AP
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