La joven Maylen Díaz Almaguer, última sobreviviente del accidente aéreo ocurrido el pasado 18 de mayo en La Habana, está reaccionando positivamente al tratamiento de antibióticos contra la infección reportada el pasado fin de semana.
"Se ha estabilizado la función respiratoria, posibilitando reiniciar la secuencia de períodos en respiración espontánea, es decir, con el esfuerzo de la paciente, sin necesidad de respirador mecánico", precisó este martes un parte médico del hospital Calixto García de La Habana.
El respirador mecánico se continúa utilizando, "hasta que su evolución permita la independencia total del equipo, lo cual dependerá de la respuesta efectiva a las medidas terapéuticas¨, precisó la información.
El parte médico del pasado 8 de junio había señalado que Maylen estaba "reportada en estado crítico y con alto riesgo de complicaciones, debido a la aparición de manifestaciones infecciosas en su tercera semana de tratamiento intensivo".
Según el parte médico difundido este martes la joven de 19 años está consciente, orientada, activa, coopera con el tratamiento médico en interacción con el equipo de profesionales a cargo de su atención, con buena integración de la esfera cognitiva y afectiva. Su función renal se mantiene conservada, y se alimenta a través del tubo digestivo.
"En la cuarta semana de evolución, su estado se reporta de crítico, dada la severidad de las lesiones y sus consecuencias, con avance en la respuesta al tratamiento y pronóstico reservado, sin que hayan desaparecido las consecuencias o las condiciones que constituyen riesgo para la aparición de otras complicaciones".
Díaz Almaguer es la única superviviente del vuelo DMJ-972 que se desplomó poco después de despegar del aeropuerto de La Habana con 113 personas a bordo.
Tras el siniestro, solo tres mujeres llegaron con vida al hospital, de las que dos murieron en los días posteriores.
El aparato accidentado era un Boeing 737-200 alquilado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air para realizar el trayecto entre las ciudades de La Habana y Holguín, al este de la isla.
La catástrofe dejó 112 personas fallecidas, de ellas 101 cubanos y 11 extranjeros: siete mexicanos -incluidos los seis miembros de la tripulación y una turista-, dos argentinos y dos saharauis residentes en la isla, uno de los cuales tenía también nacionalidad española.
Publicada originalmente en Marti Noticias